'La Gracia' ya se ha convertido en una marca murciana de oferta gastronómica y cultural aclamada por aquellos que buscan lo diferente y sostenible. El bar de vinos está situado en la plaza Cristo Resucitado, más conocida como plaza de la tolerancia, en el barrio murciano de Santa Eulalia. Esta zona de la capital es un referente LGTBI en la región y goza de un ambiente diverso y muy dinámico.
'La Gracia' está regentada por una pareja de chicas, Esperanza y Cristina, y ofrece una fusión gastronómica y cultural en constante cambio. La oferta artística es uno de los reclamos del barrio de Santa Eulalia y en este negocio cuenta con un espacio privilegiado.
En el especial del Orgullo LGTBI de 'Murcia.com' hemos querido conocer más de cerca este innovador local y para ello hemos entrevistado a una de sus socias fundadoras, Esperanza Pérez.
Periodista. ¿Está de moda el barrio de Santa Eulalia? ¿Qué ofrece el barrio a nivel social?
Esperanza Pérez. Somos la plaza alternativa, estamos poniendo la diversidad en Murcia, como oferta gastronómica, cultural, artística y social. Predominan las mujeres empresarias; creo que es un dato que no hay en ningún sitio de la ciudad.
P. Sois visiblemente del colectivo LGTBI, estáis en la misma sintonía de la plaza, en este sentido. Vosotras tenéis una oferta muy variada en vuestro negocio.
E. P. Sí, las dueñas del local somos del colectivo. Cristina y yo tenemos una relación personal, estamos casadas. Decidimos montar el negocio como una alternativa a nuestras profesiones y así aunar nuestros gustos. Cristina se dedica a las artes escénicas y se puede decir que es una referente del teatro aplicado social, tanto aquí en Murcia como a nivel nacional. Yo soy una sumiller reconocida con mucha experiencia y, además, soy docente del campo de la restauración. La marca 'La Gracia' es bar y tienda, vendemos quesos y vinos, y son para llevar a casa o para tomar aquí con las tapas que ofrezco, que suelen ser muy originales, todas salen de mi cabeza emprendedora y creativa.
P. El negocio es relativamente nuevo, ¿cómo surgió?
E. P. La idea era montar un local que fuese muy versátil y que nos diera la posibilidad de compaginar nuestras profesiones y dar una opción poco vista en la ciudad. Pensamos en generar un espacio multidisciplinar en el que pudiéramos desarrollar mi faceta gastronómica y la faceta artística de Cristina. Queríamos desarrollar en un espacio nuestro nuestras inquietudes, y es lo que estamos haciendo. Nosotras empezamos después del confinamiento, han sido dos años muy duros para sacar adelante el proyecto, pero hemos podido llevarlo a cabo. Debido a que comenzamos en la pandemia, Cristina puso en marcha una línea de programación sociocultural en el bar que se llama la mampara porque tuvimos que poner todo lleno de mamparas por la covid-19. Hemos llevado a cabo exposiciones de arte, hemos tenido una de fotografía de Ana Calvo, ella fusiona danza y fotografía. Ahora estamos esperando para hacer una de una mujer artesana, Marichel, que trabaja con barro y queremos mostrar esta faceta suya. Intentamos adaptar el espacio de 'La Gracia´ a las propuestas que nos gustan, siempre manteniendo el objetivo, somos un bar de vinos, ofrecemos vinos naturales, quesos y una carta de tapas muy creativa; siempre voy innovando. Nos gusta ir cambiando constantemente. En nuestro Instagram @lagraciabardevinos la gente puede informarse de lo que vamos haciendo.
P. Vuestros vinos dicen que sientan muy bien.
E. P. Trabajamos con vinos naturales y con gente que produce de manera sostenible; no hay aditivos químicos. Son vinos que sientan bien, no dan resaca y son saludables. Esto es algo que genera mucho impacto en la sociedad, tengo clientas que vuelven porque les sentó de maravilla el vino. Somos el primer bar de vinos naturales en Murcia, hasta ahora es algo que estaba muy desarrollado en la Comunidad de Madrid y Cataluña.
P. Pones en valor el trabajo de las mujeres y estás implicada con las mujeres de tu sector.
E. P. La carta cuenta con un 50% de elaboradoras y un 50% de elaboradores. Como mujer de esta profesión siempre voy buscando trabajar con mujeres. Si tengo dos proyectos que son iguales de una mujer y un hombre, apuesto por el de la mujer, sororidad se llama.
P. ¿Ha tenido buena acogida por parte de la población el negocio?
E. P. Yo creo que sí, tenemos mucha clientela, hemos conseguido clientela asidua y de Santa Eulalia; también contamos con mucha gente que viene de fuera de la ciudad. La gente nos va conociendo por recomendaciones y eso va regenerando la clientela. Los consumidores nos permiten respirar y salir adelante.
P. ¿Murcia es una ciudad versátil?
E. P. Murcia es top, hay cosas muy chulas. Yo soy murciana y en la plaza de la tolerancia estamos dentro de un ambiente que se generan buenas energías.
P. Parece que hay mucha hermandad en la plaza, es algo bueno.
E. P. Nosotras a la hora de tomar decisiones económicas consumimos en el barrio, es la forma de apostar por la actividad comercial de aquí. Cualquier cosa que nos dicen de la asociación de comerciantes nosotras apoyamos. Lo bueno es tener un ambiente que se retroalimente y esté fuera de las competencias. Además, estamos siempre apoyando los eventos LGTBI y artísticos que se proponen en Santa Eulalia, tanto a nivel económico como de prestación de espacio.