Sábado 10 de julio, acto conmemorativo del asesinato de Samuel Luiz en la popularmente conocida como plaza de la Tolerancia (plaza Cristo Resucitado) del barrio murciano de Santa Eulalia. Desde el colectivo ‘No Te Prives’ y distintos locales de la zona se leyó un manifiesto para rendir homenaje al joven de 24 años, familia y amigos. Ambiente de respeto, participación ciudadana y de los ayuntamiento de Molina de Segura y Murcia, y sensibilización por lo ocurrido y lo que esto significa para el colectivo LGTBI. Hasta aquí todo bien.
Seguimos en pandemia, la covid-19 continúa entre nosotros, y
las medidas sanitarias y sociales, lejos de ver ya el punto y final, han vuelto
a ponerse más duras por la subida de casos durante este mes. La hostelería, mal
parada. Llevan un año largo con prohibiciones, prohibiciones y más
prohibiciones, y cuando parece que llega la válvula de oxígeno, vuelven otra
vez las prohibiciones. Mientras tanto, la Policía Local vela por que se cumplan
todas y cada una de las obligaciones que se imponen.
Pues teniendo en cuenta estos factores, el sábado, durante
el acto en memoria de Samuel, todo marchaba bien hasta que aparecieron ellos,
los policías locales de Murcia. Llegaron en un momento “muy sensible” para los
allí presentes, y en el que se estaba haciendo todo con mucha conciencia de lo
sucedido. Gente sentada, grupos reducidos, distancia de seguridad, ¿el
problema?, había un establecimiento que superaba el número de mesas permitido,
según la autoridad. La realidad es otra, según los afectados.
El dueño del local perjudicado relata que lo multaron “alegando que había mesas de más”, pero que cuando empezaron las restricciones de la covid-19 la policía les comunicó a los establecimientos “que si se juntaban dos mesas contaban como una”. Ante esta información, el encargado de regentar este comercio estaba cumpliendo con lo que él tenía entendido que debía hacer para no ser sancionado. “Aparecieron justo en el momento de la conmemoración, sobre las 22.00 horas, en pleno servicio de mesas, obstruyendo nuestro trabajo, y tengo entendido que no fui el único al que multaron, fueron en plan recaudador”, ha querido destacar este hostelero, que también apunta que jamás han sido informados de esa norma sobre las mesas.
Una participante de este acto cuenta que “la policía hizo una inspección en los bares de la plaza”. Señala que le “parece muy fuerte y de tener muy poca sensibilidad en ese momento que empezaran a contar mesas”.
Los ciudadanos que acudieron para apoyar esta causa se quedaron perplejos al ver que la policía fue en ese preciso instante. Desde los comercios afirman: "No no importa que vengan como a cualquier sitio, pero justo en ese momento tan especial es raro”. Y manifiestan que “no hay ningún problema con que la policía haga su trabajo, pero que podría haber ido antes o después del homenaje”.
Desde ‘Murcia.com’ nos hemos puesto en contacto con la Policía Local de Murcia y dicen que no tienen nada que comentar al respecto, no encuentran ninguna relación entre hacer su trabajo y la convocatoria ciudadana en memoria de Samuel Luiz.
Ya lo veis, la ciudadanía va de la mano con las causas sociales, la policía hace su trabajo sin miramientos.
Por miedo a represalias, las personas con las que ha tenido
contacto este medio de comunicación prefieren permanecer en el anonimato y
acogerse a su derecho a la intimidad.