Dicha
inauguración tuvo lugar en presencia de la Madrina
del Certamen de dicho año, la conocida cantante murciana
Mari Trini y del Alcalde de la ciudad de Murcia D. Miguel
Angel Cámara Botía que hizo de padrino del acto
que fue presentado por el periodista Joaquín Arozamena.
Como testigos de tan singular evento estuvieron diferentes
autoridades del Municipio de Murcia, la Tuna de Medicina de
Murcia al completo, organizadora del Certamen Internacional
de Tunas y responsable de la consecución de este sueño
y representantes de las tunas de la región de Murcia
que apoyaron esta idea, además de algunas de las tunas
participantes en el Certamen Internacional que ya estaban
en la ciudad. Canciones de tuna no faltaron en tan importante
celebración.
Dicho monumento es una muestra más del cariño
y afecto constante de la ciudad de Murcia y de los murcianos
a la Tuna en su conjunto y a su tradición. El mismo
día, por la noche, la Comunidad Autónoma de
Murcia concedía el título de Actividad y Fiesta
de Interés Turístico Regional al Certamen Internacional
de Tunas “Costa Cálida” consiguiendo ser
el primer evento de tunas considerado de interés turístico.
El conjunto escultórico se encuentra situado en los
jardines del Barrio de San Basilio el Grande, en la entrada
a la ciudad de Murcia por la autovía de Madrid utilizando
la salida Murcia Centro, junto a la pérgola municipal
de los Jardines de San Basilio donde tradicionalmente se realizan
las actuaciones de las tunas participantes en el Certamen Internacional
de Tunas y de las cuales el monumento es fiel testigo de las
mismas en las noches de abril.
La obra está realizada por el escultor murciano Miguel
Llamas y lo componen tres piezas
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separadas que forman el conjunto
escultórico y que pretenden conseguir una armonía entre el modernismo (por los materiales que utiliza) y la tradición
que en sí encarna la figura del tuno y de sus instrumentos.
De esta forma se consigue unir el sentido de la tuna en la actualidad,
moderna, adaptada a los tiempos que corren aunque manteniendo
una tradición invariable que la ha hecho perdurar y mantenerse
viva tras siete siglos de existencia.
Se encuentra además arropado por las ramas de las moreras
del jardín que tiene alrededor y que en la primavera
murciana lo cubren de hojas y flores, además de las que
tiene plantadas en su base y que terminan de adornar el conjunto
escultórico.
La pieza principal es la imagen de un tuno tocando la guitarra
y ataviado con capa a tamaño real cortado en una plancha
plana de acero de aproximadamente 10 cm de espesor sobre un
pedestal de mármol sin pulir de casi dos metros de altura.
A su izquierda (visto desde el frente) otra pieza de mármol
sin pulir más pequeña con una pandereta de plomo
fundido donde está la firma del escultor.
A la derecha una plancha rectangular en oblicuo con un corte
en el centro con la forma de un laúd de donde salen cuerdas
de acero desde el mástil hasta la tierra del jardín.
En la plancha del laúd es donde se encuentra la placa
del Ayuntamiento de Murcia que recuerda el acto de inauguración
con la inscripción “ La ciudad de Murcia en homenaje
a la Tuna”. |