Desde que se firmó el Gobierno de coalición de Partido Popular y Vox en Yecla, el partido de ultraderecha ha sufrido notables cambios, tanto en su discurso, como en su imagen. Recuerdo que, durante la campaña de las municipales de 2023, me acerqué a hablar con algunos militantes y simpatizantes de Vox que se encontraban haciendo campaña electoral informativa en el “Parque de las palomas”, y con mucha ilusión y muchas ganas de comerse el mundo me comentaron que: “la gestión del Partido Popular era un desastre, no apostaban por el gran parque industrial que tenemos, las obras públicas eran una chapuza, que el ayuntamiento era una mafia que funciona a favor de los intereses del PP, que llevan 30 años sin hacer absolutamente nada, que el equipo de gobierno estaba formado por personas que ni siquiera estaban preparadas para ejercer las funciones de su cargo…” y un largo etcétera.

Pero ahora, un año después, lo que nos encontramos es que los que llamaban “derechita cobarde” a los populares, están más acobardados que nunca. Desde que Vox ha entrado en el Gobierno municipal, no solo ya no cuentan con ese espíritu reivindicativo, sino que ahora son el socio más fiel y domesticado del Partido Popular.

El PP les ha regalado las concejalías de agricultura, sanidad, comercio, transparencia, participación ciudadana… a cambio de su silencio y de que no les den demasiados problemas, y a los de Vox les ha parecido correcto y más que suficiente. Ya forman parte de eso que ellos tildaban de “mafia que lo controla todo”, ya forman parte del creciente y exagerado gasto político que están sufriendo las arcas del Ayuntamiento, ya les han comprado, y ahora tenemos un rotundo silencio. Tanto silencio, tanto apoyo mutuo, y tantas fotos juntos en redes sociales, que ya hasta cuesta diferenciar quién es quién.

Supongo que Vox ya ha acabado por aceptar que nunca van a poder ser capaces de arrebatarles la hegemonía de la derecha al PP, y que en las siguientes elecciones, o acaban siendo engullidos por su rival, o que su apoyo social se verá mermado por todos aquellos a los que esta coalición les parece un insulto e incluso una traición.

Porque muchos votantes, hartos de lo mismo de siempre, votaron a la derecha alternativa, y han visto como la alternativa pasa a ser lo común, lo de siempre.

Los líderes de Vox apostaron por la comodidad y el conformismo en muy poco tiempo. Pasaron de criticar al gobierno a apoyar todas sus propuestas en los plenos e incluso a aplaudir sus intervenciones.

Y no puedo evitar hacerme una pregunta.

¿Seguirá Vox los mismos pasos que ALCEY? 

A día de hoy, todo parece apuntar que sí. Quién sabe, quizás veamos algún día a Vicente Quiles liderar el Partido Popular, porque la Alcaldesa está cuestionada, y sus posibles sucesores no son mucho mejores, y en el PP ya saben lo que es ser liderados por personas provenientes de otros partidos.