La violencia que sufren millones de mujeres en todos los lugares del mundo es algo que interpela nuestras conciencias y, en ocasiones, nos desborda: mujeres despojadas de sus derechos, agredidas, humilladas, forzadas a la prostitución, violadas…
La pretendida superioridad que históricamente se ha concedido al hombre sobre la mujer, ha hecho estragos en la vida de muchas personas y, en las relaciones de pareja, ha supuesto, en los casos más sangrantes, la utilización de la violencia por parte del hombre para someter a la mujer a la que dice amar.
Ya no podemos mirar hacia otro lado: la violencia de género ha provocado la muerte de 700 mujeres en España en los últimos diez años (45 en lo que llevamos de año), ha dejado huérfanos a cientos de niños y niñas, ha causado, y todavía hoy sigue causando, graves lesiones en los cuerpos y en las almas de miles de mujeres.
Por ello, porque no queremos mirar hacia otro lado, manifestamos hoy, públicamente, nuestro más firme rechazo a esta violencia y nuestro compromiso, como ciudadanas y ciudadanos, de apoyar, comprender y acompañar a todas las víctimas de esta injusticia:
· A aquellas que llevan tantos años sometidas al yugo de su agresor que no se atreven a soñar una vida sin maltrato.
· A aquellas, muy jóvenes aún, que no son conscientes de que están sufriendo violencia porque todo lo justifican en nombre del amor…
· A aquellas, cuya situación especialmente vulnerable, les hace más difícil
salir de su infierno.
· A esos niños y esas niñas que presencian la violencia hacia sus madres y arrastran, en no pocas ocasiones, secuelas profundas en sus vidas.
Junto a este compromiso de la sociedad, es necesario que los poderes públicos sigan trabajando por erradicar la violencia de género, a través de actuaciones preventivas y educativas, y proporcionando un apoyo coordinado y eficaz a todas las mujeres que lo necesiten para que puedan dejar atrás el maltrato.
Queda un largo camino por andar, lo sabemos. Sin embargo, día a día, paso a paso, hemos levantado los cimientos de una sociedad que ya no tolera, banaliza ni justifica esta violencia. Ha sido un esfuerzo conjunto de la ciudadanía, del tejido asociativo y de las instituciones, cuyos logros nos animan a perseverar.
Tenemos la convicción de que es posible una sociedad en la que hombres y mujeres vivamos en condiciones de igualdad; solo así será posible erradicar cualquier forma de violencia, desde la más evidente, a la más sutil.
Por eso hoy, 25 de Noviembre, Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, no podemos olvidar la otra cara del maltrato: la superación.
Queremos decir, alto y claro, que hay salida, y eso es algo que se confirma cada vez que una mujer sale de esa inmerecida situación.
Nuestro reconocimiento, unánime y sincero, a esas miles de mujeres anónimas que hoy, por fin, se sienten libres, y nuestro aliento a aquellas que aún no han dado el paso pero que, con la ayuda de todas y todos, seguro que pronto lo harán. Muchas gracias.