Buena entrada y buen ambiente de toros para presenciar el mano a mano entre los matadores de toros murcianos Rafael Rubio “Rafaelillo” y Alfonso Romero.
 
Y toros regulares de Lorenzo Rodríguez Espioja, que permitieron el lucimiento a medias; aunque en descargo del ganadero también hay que tener en cuenta que el viento molestó durante muchas fases de la lidia.
 
La presentación de la corrida fue en escalera y dos a dos. Los dos primeros fueron dos novillotes, gordos, pero novillotes. Los dos siguientes, subieron un punto la seriedad; y los dos de cierre fueron dos auténticos torazos con seriedad para una plaza mayor. Todos romos.
 
Aún así, festejo entretenido. “Rafaelillo” le cortó una oreja al primero, las dos al tercero y el rabo al quinto. Se mostró suelto y fácil ante los tres de su lote. Lo mejor de su actuación llegó con la muleta y, sobre todo, cuando acortó distancias y se metió entre los pitones. Recibió un pitonazo de su primero, que fue muy mirón, cuando “Rafaelillo” abusó de él. Firmó la mejor estocada de la tarde en el quinto, en la suerte contraria, enterrando con temple líquido todo el acero.
 
Alfonso Romero no paseó más orejas por fallar con los aceros. Se mostró muy afinado con la muleta durante todo el festejo. Con su primero consiguió momentos de gran emoción estética y cierta hondura. Acompañó bien al segundo en algunas series y, sobre todo, en varios remates. Y con el que cerraba plaza recibió un palizón. Ese toro le dio un volteretón que le dejó maltrecho y dolorido para el resto de la faena.
 
Al final, puerta grande para los dos murcianos. 
 
Ficha:
Domingo 16 Agosto 2009
Toros de Lorenzo Rodríguez Espioja, todos romos y de menor a mayor volúmenes.
Rafael Rubio “Rafaelillo” (verde y oro): oreja, dos orejas y dos orejas y rabo.
Alfonso Romero (negro y oro): dos orejas, ovación y oreja.
La plaza registró casi tres cuartos de aforo cubiertos.
“Rafaelillo” y Romero salieron a hombros.