La Región de Murcia se convierte en una zona por explorar, disfrutar de sus paisajes y adentrarse en sus rincones. Esta región del sureste de la Península Ibérica alberga en su territorio fotografías que desprenden belleza e historia.

La ruta por el nordeste nos abre la posibilidad de recorrer esta zona de la Región que se antoja indispensable. Se ha convertido en los últimos años en un lugar de gran interés turístico por sus singulares paisajes.

La Comarca del Altiplano se presenta con extensas llanuras que no hacen más que enriquecer su paisaje. La conforman los municipios de Yecla y Jumilla, es la zona más septentrional de la Región y configuran las comarcas vitivinícolas por su extenso paisaje de viñedos.

Limita por al este con el Alto Vinalopó y el Vinalopó Medio en Alicante, por el sur con la comarca Oriental y la Vega Alta del Segura, y al norte y oeste con la provincia de Albacete. Pero no acaba aquí, en esta ruta además de Yecla y Jumilla, podremos conocer los municipios de Fortuna y Abanilla, y así hacer más completa nuestra inmersión por la llanura murciana.

Yecla

Al noreste de Murcia, Yecla es uno de los destinos de mayor interés de la Región y de nuestra ruta. Su enclave es muy especial ya que es la tierra de transición entre el litoral y las llanuras manchegas. Tierra de montañas, historia, cultura, leyendas y buen vino. Cuenta con más de 7.000 hectáreas de viñedos y alberca la preciada uva Monastrell, un dato más que interesante para plantearse hacer una ruta del vino por la zona.

Patrimonio

Patrimonialmente la preside el Castillo en el Cerro de Castellar, un recinto fortificado musulmán del siglo X, y el Santuario de la Virgen del Castillo donde se venera a la patrona. No podremos dejar de visitar la Iglesia de la Purísima, de la que destaca su cúpula semiesférica peraltada y decorada en espiral, y la Plaza Mayor.

Pero si un lugar resulta enigmático y de vital importancia para los yeclanos, ese es el Monte Arabí con pinturas rupestres de los Cantos de la Visera y las Cuevas del Mediodía y los petroglifos del Cerro del Arabilejo.

Jumilla

Compañera de Yecla en la Comarca del Altiplano, Jumilla la Bella, llamada así por los árabes, es famosa por sus vinos con Denominación de Origen. Si ya pretendías hacer la ruta del vino después de conocer Yecla hazla extensa a Jumilla.

Patrimonio

Jumilla posee el legado de quienes a lo largo de la historia pasaron por sus tierras. Prueba de ello es el poblado ibérico de Coímbra en el Barranco Ancho y las villas romanas cuyos restos pueden visitarse en el Museo Arqueológico del Palacio del Concejo. Además el municipio alberga el Castillo del siglo XV, la iglesia de Santiago de los siglos XV al XIX, y el Antiguo Concejo y Lonja de mediados del siglo XVI.

Completan la visita los paisajes de Sierra Larga, Sierra de El Carche, Sierra del Buey y Sierra de Santa Ana, que hacen la delicia de los amantes de la naturaleza.

Gastronomía

Antes de emprender el camino de regreso no debemos olvidar conocer su oferta gastronómica, destacando el gazpacho jumillano cocinado a base de torta de harina de trigo, carne de caza y caracoles serranos, las empanadas de patata o las pirusas.

Fortuna y Abanilla

Completa la ruta por el nordeste, el municipio de Fortuna, próximo a la capital de la Región, y conocido por la riqueza de sus manantiales que ha dado lugar al Balneario de Leana.

Abanilla es conocida como la Palestina murciana por sus desérticos paisajes, sus oasis de palmeras y su origen musulmán. Visitar Abanilla completará la ruta por el nordeste de la Región.

Patrimonio

Entre el extenso patrimonio de Fortuna, destacamos los restos arqueológicos de Cueva Negra, el Castillico de los Moros de época árabe, la Iglesia Parroquial de La Purísima, la Casa Convento y la Casa Consistorial. Por su parte, en Abanilla merece especial mención la Iglesia de San José y sus parajes naturales bañados por las aguas del intermitente río Chícamo.

Gastronomía

No podemos irnos sin dar buena cuenta de las populares gachasmigas, las tortilleras, el cocido con relleno y el arroz y conejo con caracoles de Fortuna; o sus dulces, los buñuelos o los paparajotes.

En Abanilla deberás dar buena cuenta de los caracoles, los embutidos, el arroz con conejo o las carnes a la brasa. No olvides acabar endulzando tu ruta probando los albaricoques de Damasco, las peretas abanilleras o los dátiles.

El nordeste de Murcia se convierte en un viaje cultural y gastronómico inolvidable, donde además de adentrarte en la comarca del vino por excelencia podrás viajar por la historia de una Región que tiene mucho por descubrir. Visita Murcia y déjate llevar por su legado.