¡¡Música para todos y todos para la Música!!

Fuente:

Día de Santa Cecilia, protectora de la Música

¡¡Música para todos y todos para la Música!!

Sin lugar a duda, la Música ha sido parte de la vida humana desde los albores de la humanidad, y utiliza un lenguaje universal para el que no existen fronteras, ni clases sociales, ni razas… pues es capaz de expresar con sonidos, lo que las palabras no pueden. La Música es capaz de llenar de emociones los momentos más importantes de la vida de cada persona, y de acompañarnos incluso en los momentos más tristes.

En el corazón de la tradición musical, se encuentra una figura que ha sido venerada por siglos: Santa Cecilia, la Patrona de la Música. Ella no sólo es un símbolo de devoción, sino también un recordatorio de la importancia de la fe, de la determinación y de la belleza de la música que, como ella misma, se eleva por encima de las dificultades humanas para conectarnos con lo divino y lo trascendental.

1.- ¿Quién fue Santa Cecilia?

Santa Cecilia es una de las santas más conocidas y veneradas dentro de la Iglesia Católica, cuya festividad celebramos cada año el día 22 de noviembre, día en que se honra su memoria.

Aunque se conservan pocos datos sobre su historia, sabemos que fue una joven romana perteneciente a una familia patricia, que se convirtió en secreto al cristianismo. Nació en el siglo II dC y murió martirizada por ser cristiana en el año 230 dC. Según recogen los hagiógrafos, su amor por la música fue tan profundo que, en el momento de su martirio, sus últimos susurros fueron de canto y alabanzas a Dios. Es por ello que, en la tradición cristiana, Santa Cecilia se convirtió en la protectora de los músicos y de la Música en general, forjando así un vínculo eterno entre el arte musical y lo sagrado.

Otro hecho sumamente destacable, es el que nos muestra que los músicos de todo el mundo y de todas las épocas de la historia, independientemente de su fe, han encontrado en Santa Cecilia una profunda fuente de inspiración. Por ello, el modelo que los músicos han sabido hallar en su figura, ha trascendido el ámbito religioso para convertirse en un símbolo de la belleza y de la importancia de la Música.

2- La Música en nuestra vida cotidiana.

La Música tiene la capacidad de unir a las personas y de superar las barreras del idioma, de la cultura y del estatus social. La Música está presente en cada momento de nuestra vida, como una fiel compañera que nunca se aparta de nosotros. Desde el mismo momento de nuestro nacimiento, comenzamos a escuchar sonidos que nos tranquilizan y nos comunican el amor de quienes nos cuidan. Y, a medida que vamos creciendo, la Música nos sigue acompañando, especialmente en los momentos más entrañables de nuestra historia personal. La Música está presente en las bodas, en los funerales, en las celebraciones familiares, en los actos religiosos, en los actos oficiales… Pues su poder es tan profundo, que puede incluso transformar el ambiente en el que nos encontramos, haciéndonos sentir más cercanos y conectados.

Unas veces la Música nos hace sentir emociones; otras veces nos habla al corazón; otras nos hace evocar recuerdos; otras nos lleva de viaje a otros tiempos y lugares; otras veces alivia la soledad; otras nos permite compartir nuestras alegrías; otras… E incluso tiene una serie de beneficios comprobados para nuestra salud, pues está demostrado que puede reducir el estrés, mejorar el estado de ánimo, y hasta fortalecer la memoria. Pero, más allá de los datos científicos, la Música nos ofrece algo profundamente personal: consuelo, alegría, refugio en tiempos de dolor, nos ayuda a manifestar nuestra alegría en los momentos de felicidad, etc.

3.- Homenaje a los Músicos:

Y lo que está claro es que no podemos hablar de la Música, sin detenernos a rendir un merecido homenaje a quienes la crean y la interpretan: los músicos.

Los músicos son los verdaderos artesanos del sonido, los que han dedicado miles de horas al estudio, a la práctica y a la perfección de su arte. Cada acorde, cada nota, cada pausa que escuchamos, es el resultado de un sacrificio constante, de noches en vela, de ensayos sin fin, de la búsqueda interminable de la armonía perfecta... Su entrega al instrumento, ya sea la guitarra, el violonchelo, la flauta o la voz misma, es un testimonio de pasión y compromiso.

A través de su música, los músicos nos regalan una parte de sí mismos, nos hacen viajar a otros mundos, emocionar hasta las lágrimas, o simplemente, nos permiten disfrutar de la belleza que la vida nos ofrece. Sin su dedicación y esfuerzo, la magia de la música no existiría.

Por todo ello les debemos un profundo agradecimiento, por enseñarnos que la Música no sólo se escucha, sino que se siente, se vive y se comparte.

¡¡Muchas gracias, queridos músicos!!

¡¡Feliz día de Santa Cecilia, Patrona de la Música!!

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