El alcalde de Totana ha propuesto a la Consejería de Agricultura que se intensifiquen las acciones conjuntas para erradicar, en la medida que sea viable, la infestación de cochinilla que afecta a las paleras y que está provocando una plaga de mosquitos que afecta sobre todo a las zonas de las pedanías del municipio.

El primer edil se ha puesto en contacto con la Comunidad Autónoma para que los técnicos de la Casa Consistorial totanera junto con los de la dirección general de Modernización de Explotaciones y Capacitación Agraria analicen la nueva la situación en la que se encuentran las paleras en el municipio y las actuaciones que se pueden llevar a cabo para evitar, por un lado, que se extinga la infestación y, en consecuencia, se erradique la plaga de mosquitos que está provocando molestias y problemas a los vecinos de la zona de la Huerta y de Viñas Carivete.

La Consejería ha informado que a través del Servicio de Sanidad Vegetal está llevando a cabo una serie de acciones para el control de la plaga y la reducción de molestias a los vecinos, tales como la localización y cartografía de los focos, el tratamiento, arranque y enterrado de las paleras afectadas, así como la investigación.

Desde las distintas administraciones se ha intentado llevar a cabo todas las actuaciones de prevención necesarias para que esta plaga no perjudicara a las paleras como lo ha hecho, sin embargo, los técnicos han extrapolado que se ha convertido en un problema muy serio que no encuentra ayudas por parte del Ministerio de Agricultura. Además, desde la Consejería se ha solicitado en distintas ocasiones a los responsables de la Comisión Europea que se intensifiquen los controles fitosanitarios en los Puntos de Inspección Fronteriza de la Unión Europea.

Cochinilla silvestre

La cochinilla silvestre se alimenta exclusivamente de cactáceas, principalmente del género Opuntia (paleras o chumberas) y no ataca a otras plantas. Clava sus estiletes bucales y chupa los líquidos del cactus. Los ataques son masivos y terminan por matar la palera. La producción de higos se pierde siempre.

Las hembras de la cochinilla no tienen alas y se refugian bajo masas algodonosas, donde pueden vivir hasta 80 días. Allí ponen sus huevos, de los que emergen ninfas rojas muy activas, las cuales generan largos filamentos que propician que puedan ser arrastradas por el viento para colonizar nuevas paleras. Una sola hembra es capaz de generar un promedio de 130 descendientes.