El concejal de Transportes presentará una moción al Pleno para instar al Ministerio de Fomento a que abra líneas de diálogo con las organizaciones profesionales para establecer otras alternativas que no repercutan a este sector

El Ayuntamiento de Totana rechaza la aplicación e implantación del peaje “Euroviñeta” sobre el sector de los profesionales del transporte por carretera por las consecuencias imprevisibles que puede ocasionar en sus ya maltrechas economías, evitando la desaparición de empresas y trabajadores dedicados a esta actividad.

Esta tasa supondría básicamente el peaje en autovías públicas a vehículos de más de 3.500 kilos de peso de diez céntimos de euro por kilómetro transitado, lo que supone un reporte de hasta 3.300 millones de euros al año en las maltrechas arcas del Estado.

Por este motivo, el concejal de Transportes, Sergio López, tras mantener contactos con la Asociación de Transportistas de Totana, va a elevar al próximo Pleno de este mes de septiembre una moción en la que, además, se insta al Ministerio de Fomento a que abra líneas de diálogo, negociación y consenso con las organizaciones profesionales para establecer otras alternativas que no contravengan los compromisos e intereses suscritos en su día con el sector, y que repercutan directamente en toda la cadena de consumo.

La propuesta del edil totanero, que viene a trasladar las inquietudes de los más de 70 profesionales que aglutina esta Asociación en Totana, pretende crear una comisión de trabajo, integrada por todas las partes afectadas, que estudie otros mecanismos de propuestas que permitan atender la conservación de la red viaria de alta capacidad y destinar una parte a reconvertir el sector para que sea más competitivo.

Este impuesto, que ya se viene aplicando en algunos países europeos, supuestamente vendría a compensar los costes internos (construcción y mantenimiento) y externos (contaminación ambiental) de las infraestructuras viarias.

Para López, la idea de cobrar más a quienes estropean las carreteras para que paguen su conservación vuelve a perjudicar a los más débiles, en este caso, a los transportistas de mercancías por carretera, quienes en el 2008 ya paralizaron el país con una huelga en el maltrecho sector.

El concejal de Transportes dijo que, según nos han confirmado los profesionales del volante de mercancías pesadas por carretera, esta medida del Ministerio de Fomento del Gobierno de la Nación puede obligar a dejar esta actividad a la inmensa mayoría de los transportistas asociados a esta organización, ya que, según sus estimaciones, verían incrementados sus gastos en más de 3.500 euros al mes de media según el caso.

Este impuesto perjudicará a todo el sector del transporte de mercancías pero, sobre todo, repercutirá en la actividad de los pequeños transportistas autónomos, más aún en una época en la que casi todos cobran por debajo de los costes.

López añadió que los costes que soportan los transportistas ya subieron en el primer trimestre de este año entre el 1% y el 3,1%, según datos del propio Ministerio, lo que hace muy difícil no encontrar profesionales que no estén en números rojos y que trabajan por el simple hecho de que estando parados, perderían todavía más.

Para el edil del ramo, esta difícil situación, con la aplicación de este gravamen, hace “inasumible e inadmisible” el mantenimiento de la actividad ya de por sí complicada con costes altos de combustible, mantenimiento y Seguridad Social, unido a la presión física y mental que genera el ejercicio profesional.