Las Escuelas Infantiles Colorines, con más de 25 años de trayectoria, han sido siempre un referente a nivel educativo en la primera etapa de educación infantil por la calidad de su enseñanza, las magníficas instalaciones que poseen, así como por el valor humano de las personas que allí desempeñan su trabajo.
En el año 2012, el anterior equipo de gobierno con el voto desfavorable de la oposición, decidió privatizar tres de nuestras escuelas infantiles, a pesar de su demostrado buen funcionamiento. Desde ese momento, las escuelas infantiles Colorines del Barrio de San Antonio en Torre-Pacheco, de Balsicas y de Dolores de Pacheco, pasaron a ser gestionadas de forma indirecta por la empresa conocida por el nombre comercial de Cativos.
El contrato de concesión del servicio, no exento de polémica desde el primer momento, generó al poco tiempo numerosos conflictos con la empresa adjudicataria que han ido acumulándose a lo largo del desarrollo del contrato. A escasos meses de la finalización de dicha relación contractual en junio de este año, la empresa reclama a nuestro Ayuntamiento una serie de gastos que, una vez fiscalizados, no se consideran procedentes en su mayoría.
En el deseo de esta empresa de recibir lo que reclama y acusando de impago a la administración pública, ha recurrido al chantaje con actos que consideramos INTOLERABLES, como por ejemplo jugar con la salud de los más pequeños suprimiendo la calefacción. En este caso, el Ayuntamiento procedió a realizar los trámites oportunos para la puesta en marcha de las calderas de los centros desde el momento en que tuvo conocimiento de dicha irregularidad, e incluso se están estudiando acciones legales contra la empresa por poner en peligro la integridad física de los menores.
En las últimas horas, se han colocado por parte de la empresa adjudicataria carteles que anuncian el cierre inminente de estas tres escuelas infantiles, pero este Ayuntamiento NO ha recibido notificación alguna sobre dicho cierre, pudiendo tratarse de una medida más de presión. No obstante y ante la posibilidad de que la empresa decida dejar de presar este servicio, y si así lo notificase oficialmente, el Ayuntamiento ya está buscando posibles soluciones.
Por último, nos gustaría destacar y alabar el gran trabajo que realizan las educadoras que trabajan en dichas escuelas infantiles. En varias ocasiones, la empresa concesionaria ha optado por los impagos de salarios como medida de presión frente a la Administración. La empresa cuenta –según la información publicada en su web-, con más de 30 centros repartidos por toda España, por lo que se entiende debe ser conocedora del procedimiento administrativo, y de los tiempos de fiscalización de los gastos en este tipo de contratos y también debe tener la solvencia económica suficiente para afrontar contratos públicos con la Administración.