Debido a la alarma provocada por varios desmayos sufridos por algunas adolescentes del IES Gerardo Molina de Torre Pacheco, la Concejalía de Sanidad en coordinación con el Centro ha llevado a cabo un programa de prevención de los trastornos de la conducta alimentaria consistente en un desayuno saludable y diversas charlas impartidas por personal especializado.
Estas enfermedades ocurren por lo general en la adolescencia, entre los 13 y 20 años, ya que es un período en el cual el cuerpo se va desarrollando y cambia de manera abrupta, mientras que la imagen mental que se tiene del propio cuerpo es mucho más lenta que su evolución fisiológica.
La familia también juega un papel importante en esos trastornos, ya que se originan en su mismo seno, y que pueden aparecer como síntoma de conflictos internos, personales y de tensiones en las interrelaciones padres-hijos-hermanos.
Las causas tanto en la anorexia como en la bulimia son tan múltiples y variadas como enfermos las sufren, no obstante, el 80% de los casos aparece cuando se comienza una dieta de adelgazamiento sin ningún tipo de control médico. También se relaciona su inicio con la no aceptación de los cambios corporales durante la adolescencia, con un aumento acelerado de peso, con cambios significativos en la vida, con complejos relativos al físico, con problemas de relación.
Durante las charlas se les informaba a los adolescentes de la importancia de consultar con un especialista antes de iniciar una dieta; sobre todo si se está en fase de crecimiento. De ir al médico en cuanto se empiecen a notar una pérdida exagerada de peso. De comer sano y hacer ejercicio de forma adecuada, ya que esto permite al cuerpo mantenerse en el peso que necesita, y sobre todo, no permitir que la publicidad y ni el estereotipo de perfección afecte a la seguridad en ellos mismos.
También se les ha explicado el porqué las dietas restringidas durante un tiempo extenso terminan produciendo la adaptación del organismo a la ingesta reducida y se ha hecho énfasis en la importancia de una dieta equilibrada, con un mínimo de cuatro comidas por día y poniendo sobre la mesa los efectos indeseables de los laxantes, diuréticos, productos anorexígenos y edulcorantes.
Los alumnos han tenido la oportunidad de preguntar y resolver dudas relativas al efecto rebote que genera la eliminación del desayuno en sus dietas.