El informe Hermanos en acogimiento: Derecho a crecer siempre juntos, presentado hoy por la organización, aborda la importancia de las relaciones fraternales en la vida de los niños y niñas que crecen en el sistema de protección.
En España hay casi 50.000 niños, niñas y adolescentes que viven separados de sus padres y un número indeterminado de ellos, del que no existen datos oficiales, deben enfrentarse también a la separación de sus hermanos.
La no separación de hermanos es un principio básico recogido en la Convención sobre los Derechos del Niño, las Directrices sobre las Modalidades Alternativas de Cuidado de los Niños y la Ley de Protección Jurídica del Menor.
Con motivo del Día de los Hermanos, que se celebra el 10 de abril, Aldeas Infantiles SOS ha presentado el informe Hermanos en acogimiento: Derecho a crecer siempre juntos, en el que reivindica el importante papel que las relaciones fraternales desempeñan en la resiliencia y la recuperación emocional de los niños, niñas y adolescentes que pasan por procesos de acogimiento, y reclama medidas concretas que garanticen su derecho a permanecer juntos, reconocido en la legislación nacional e internacional.
Cuando las circunstancias familiares aconsejan la retirada de tutela de los hijos o hijas, la separación nunca es fácil para ellos. Puede ir acompañada de un aumento de su vulnerabilidad, de inseguridad y baja autoestima, así como del desarrollo de carencias afectivas y de la pérdida del sentimiento de identidad. En esta situación, poder mantener el vínculo que genera la convivencia con los hermanos es un apoyo fundamental para superar el trauma de la separación de los padres, reconstruir la confianza y la estabilidad emocional. Así se desprende del informe Hermanos en acogimiento: Derecho a crecer siempre juntos, presentado hoy por Aldeas Infantiles SOS coincidiendo con la próxima celebración del Día de los Hermanos.
Sin embargo, muchos niños y niñas en acogimiento crecen separados de sus hermanos, una realidad que tiene mucho que ver con la falta de recursos y que contribuye a debilitar sus redes sociales básicas. Según explica Aldeas Infantiles SOS, a ello contribuyen factores como la dificultad de encontrar familias acogedoras para grupos de hermanos, la disponibilidad o no de plazas o el hecho de que el sistema de protección favorezca la segregación por edad, ya que dependiendo de esta se accede a una modalidad de acogimiento u otra.
La no separación de hermanos es un derecho recogido en la Convención sobre los Derechos del Niño, las Directrices sobre las Modalidades Alternativas de Cuidado de los Niños y la Ley de Protección Jurídica del Menor. A pesar de ello, un número indeterminado de niños, niñas y adolescentes de los casi 50.000 que crecen en el sistema de protección en nuestro país, del que no existen datos oficiales, sufren la separación de sus hermanos.
Tal y como señalan desde la organización, la Ley de Protección Jurídica del Menor no deja lugar a dudas al reconocer el derecho del niño o niña a no ser separado de sus hermanos en los casos en que una situación de desamparo obligue a ubicarlo fuera de su hogar. Según recoge la normativa: "se buscará siempre el interés del menor y se priorizará, cuando no sea contrario a ese interés, su reintegración en la propia familia y que la guarda de los hermanos se confíe a una misma institución o persona para que permanezcan unidos".
También las Directrices de Naciones Unidas sobre las Modalidades Alternativas de Cuidado de los Niños hacen hincapié en que la falta de capacidad o de opciones adecuadas para la ubicación de hermanos en el sistema de protección no justifica su separación y advierten de que esta solo puede considerarse aceptable cuando existan razones convincentes que demuestren que mantenerlos juntos va en contra de su interés superior.
El papel protector de los hermanos
"Cuando entré en el primer centro, la pequeña tenía un año y no estaba con nosotras. Eso de no estar con ella me afectaba mucho. La echaba de menos, me preocupaba por si estaba bien, me angustiaba mucho", recuerda Fátima, que es la mayor de tres hermanas (19, 15 y 11 años) y entonces tenía 8 años. "En Aldeas, dos años después, entramos las tres juntas en la misma casa. Así fue mucho mejor". Se trata de uno de los testimonios de jóvenes que han crecido en el sistema de protección recogidos en el informe Hermanos en acogimiento: Derecho a crecer siempre juntos, que aborda en profundidad la naturaleza de estas relaciones y los retos que traen consigo.
Según se explica en el mismo, "en condiciones adversas, de inestabilidad o de tensión prolongada, como ocurre cuando los niños y niñas son separados de sus padres, las relaciones entre hermanos se hacen más intensas y el vínculo se hace más fuerte. En esas situaciones complicadas, los hermanos apoyan y favorecen la recuperación emocional". Desde Aldeas aseguran que cuando hay un vínculo de apego seguro, una persona tiene muchas más posibilidades de enfrentarse con éxito a la vida.
Para garantizar el bienestar de los niños, niñas y adolescentes en acogimiento, es necesario que las distintas opciones de cuidado alternativo aseguren la continuidad de las relaciones fraternales. Con este fin, Aldeas Infantiles SOS reclama siete medidas basadas en sus más de 50 años de experiencia proporcionando un cuidado de calidad a grupos de hermanos en acogimiento:
- La no separación de los hermanos en acogimiento. Su acogida conjunta debe ser una consideración esencial a la hora de planificar la mejor opción de cuidado alternativo, tal y como indica la ley.
- Tener en cuenta la opinión de los hermanos al adoptar la forma más adecuada de acogimiento, en el marco de un proceso participativo.
- Generar los recursos financieros y humanos necesarios para facilitar la acogida de grupos de hermanos y trabajar la relación entre los mismos durante el acogimiento.
- Incluir en los planes de formación y cualificación de los educadores las competencias profesionales necesarias para hacer frente a las relaciones entre hermanos.
- Adoptar métodos de recopilación de datos y desarrollar estadísticas fehacientes sobre los grupos de hermanos en el sistema de protección, que permitan abordar su situación.
- Definir estándares unificados en todas las comunidades autónomas sobre las buenas prácticas para la acogida de hermanos.
- Garantizar, en aquellos casos en los que los hermanos no puedan permanecer juntos, su derecho a mantener el contacto.
- Desde sus Programas de Protección, Aldeas Infantiles SOS atiende actualmente en España a 1.324 niños, niñas y adolescentes, garantizando que los hermanos puedan crecer juntos.