Paseando por Edimburgo tiene muchísimos lugares y rincones interesantes, en este caso es además curioso. No sé si hay muchos relojes de flores por el mundo, pero en este jardín encontramos uno que nos gustó y por eso creo este rincón. Estas cosas solo son posibles en una ciudad donde día sí, día no, llueve, los jardines siempre brillan y las flores son felices, tanto que te dan hasta la hora...

El reloj de flores más antiguo y uno de los más hermosos del mundo se puede encontrar en el parque de la ciudad de Edimburgo. Este increíble reloj fue construido en 1903, parece que el primer reloj de flores fue obra de John McHattie, experimentado jardinero quien estuvo involucrado en el diseño de parques urbanos y responsable de los jardines de Edimburgo. En general consisten en una gran alfombra floral plantada sobre un reloj en funcionamiento, cuyas agujas pueden estar floreadas también.

 En la apertura, solo tenía una manecilla de una hora. La manecilla de minutos se añadió en aproximadamente un año. Más de cien años, la asombrosa estructura ha sido uno de los principales símbolos de la ciudad.

Después de la apertura del reloj los autores solían modernizar y complementar la construcción increíblemente elaborada cada año. Entonces, ya en 1905 había un cuco, que aparecía en una ventana especial cada hora. El exclusivo reloj floral de Edimburgo agradó tanto a las autoridades de varias ciudades europeas, que pronto comenzaron a aparecer tales instalaciones en todas partes. Más tarde, conquistaron la popularidad mundial. En 1934, el mecanismo del reloj de flores más antiguo del mundo ha sido completamente reemplazado.

Este es el primer reloj floral del mundo y según las referencias, es una obra de arte floral que se cambia todos los años. Al final de Princess Gardens, (Jardines de las Princesas), junto a los escalones que conducen a la carretera, se encuentra esta intrigante obra de arte. Una exhibición floral muy inteligente, con las manecillas del reloj moviéndose para decir la hora correcta. Después de un largo período fuera de servicio, el reloj floral regresó con un maravilloso homenaje al trabajo del Servicio Nacional de Salud. para admirar la belleza del reloj y el texto que lo rodea, hasta el cuarto de hora para ver al pájaro emerger de su casita. Fascinante para que lo vean los niños, pero puede ser un poco molesto si tiene que esperar otros 15 minutos para verlo de nuevo.

El Reloj de Flores de Toi (Japón) está dentro del Parque Matsubara en Toi, Izu. El reloj se completó en 1991 y fue reconocido como el reloj de flores más grande del mundo.

Fotos Antonio Rendón Domínguez