La solemne procesión de traslado tuvo lugar, una vez concluido el ejercicio del Santo Rosario. Para este rezo, las Sagradas Imágenes se mostraban a los fieles cercanos al dintel de la Ermita, cerrada al culto para su reforma.

A continuación, los titulares se disponían a procesionar por la plaza de San Gregorio, Coronel García Baquero y Real de Castilla, para acceder al interior de la Casa Hermandad, que lucía majestuosa para recibir a el mayor tesoro: el Cristo Bendito y Su Madre de las Angustias, de la Hermandad de la Vera-cruz de la ribereña localidad sevillana de Alcalá del Río.

Así, en el crepúsculo de la tarde, a la salida del Santísimo Cristo de la Vera-Cruz, un dúo musical conformado por violonchelo y piano interpretan un extracto de “Cristo de Vera-Cruz”, obra del maestro Manuel Borrego Hernández; una composición que nos estremeció y que otorgó al momento más emoción aún, si cabe. El Santísimo Cristo era portado por los Hermanos del equipo de priostía. Asimismo, a la salida de la Madre Bendita, sonaba el trío de “La Virgen de las Angustias”, de David Hurtado Torres, bellísima obra ya tan asentada entre el patrimonio musical de esta Hermandad. María Santísima era portada por los miembros del Coro de la Hermandad y, además, las cruceras pertenecientes a la Coral portaban los faroles que iluminaban a los Titulares. Es reseñable la belleza, durante la entrada de las Sagradas Imágenes, cuando la, Hna. María Auxiliadora Domínguez interpretaba un Ave María a la Madre y “Al Santísimo Cristo de la Vera-Cruz”, emotiva copla compuesta por el Hno. Juan Manuel Velázquez Ruiz dedicada a los Titulares.

Una procesión sencilla y solemne que era acompañada en todo momento por multitud de Hermanos y fieles que profesan sincera devoción al Santísimo Cristo de la Vera-Cruz y a Su Bendita Madre, y quienes, emocionados, ofrecían un fervoroso aplauso a la llegada de los Titulares. El hecho de tenerlos en el Edificio Vera-Cruz supone un honor y una dicha. Además de ser la Casa Hermandad, alberga en su interior el columbario donde descansan numerosos cruceros: honramos, así, su feliz memoria. Y es que los Hermanos de Vera-Cruz a pesar de las circunstancias de abandonar la sede canónica, que los Titulares volvían a la que también es su casa y casa de los cruceros: desde su bendición e inauguración hace casi dos décadas, construida con el amor de todos, la Casa Hermandad de la calle Real de Castilla sigue enorgulleciendo, y más especialmente en estos días, por tanto, con las Imágenes allí presidiendo. Aquel esfuerzo de todos los cruceros de Alcalá del Río mereció la pena: otro sueño cumplido.

Decía nuestro párroco a la conclusión del traslado y el correspondiente canto popular del perdón y la salve, mientras ofrecía su bendición, que el Edificio Vera-Cruz lucía como bien sabe preparar esta Hermandad, para recibir a Dios en la Vera-Cruz y a Su Madre: “una Madre que siempre nos recibirá, pues, como tal, nunca se cansa de esperar a Sus hijos”.

Oramos por la pronta rehabilitación de la sede canónica y por la bendición a todos los cruceros que acompañaron a los Titulares; también pedimos por los que habitan en la Residencia “Virgen de las Angustias”, residentes que desde ayer reciben la protección singular del Cristo por la mediación de la Virgen de las Angustias; y, por supuesto, por los fieles difuntos que allí descansan y que honramos su memoria.

Vaya, además, súplicas por los cruceros que necesitan amparo, consuelo y salud.

Los titulares ya se encuentran presidiendo el altar erigido en el presbiterio del salón central del Edificio Vera-Cruz, con motivo de las obras de rehabilitación de la Real Ermita de San Gregorio, sede canónica de esta antigua Hermandad, desde su fundación en 1483.

Fotos el grupo de fotógrafo de la hermandad