Llegado el mes de noviembre, el mes de los difuntos, propicia que sobre todo las vírgenes vistan de luto predominando los colores negros y morados, en recuerdo así de las almas de los hermanos fallecidos.
La Hermandad del Nazareno de la ribereña localidad sevillana de Alcalá del Río ha vestido a su virgen de la Esperanza y muy bien vestida por cierto para el mes de los difuntos por su vestidor Francisco Ruiz Muñoz y su equipo de priostia.
También suelen servir para el mantenimiento de los tejidos, ya que se aprovecha para limpiar el polvo de los mismos, de bordados, cambiar la ropa interior de las imágenes y lavar los que sean susceptibles de ello. En otros casos, el cambio de atuendo, que no deja de ser un hecho costumbrista y artístico si se quiere, sirve como anuncio del cambio litúrgico en personas que desconocen los distintos períodos, o simplemente para atraer la devoción a Jesús y la Virgen de la Esperanza en personas que acuden a la iglesia a contemplar los cambios y de paso a rezar y venerar a las Sagradas Imágenes.
En esta línea la hermandad a lo largo de su historia siempre ha cuidado con esmero de sus imágenes titulares y en el atavío de la Virgen de la Esperanza, debemos hacer mención a la labor de sus camareras. Sin embargo, estos últimos años la Hermandad apuesta por dar un mayor realce a la Virgen de la Esperanza, y que el protagonismo de la misma no se limite a día de sus cultos y al miércoles santo, sino que la tengamos presente a lo largo de año cambiándola de atuendo según los cambios litúrgicos y celebrando actos como su anual veneración en sus cultos
Fotos Paco Ruiz