El cambio climático es una de las mayores preocupaciones a nivel mundial tanto de los organismos de gobierno de los países, como de la sociedad. Ciertamente es un problema que preocupa más en los países desarrollados, y por tanto son los que más conciencia tienen y esfuerzo aplican en mejorar el estado del planeta.
El cambio climático implica una serie de acontecimientos que harán la supervivencia más difícil al ser humano: un aumento de la temperatura cambiará los ecosistemas mundiales, acabando con la vida poco a poco hasta llegar al colapso.
Pero para llegar hasta este punto han ocurrido diferentes acontecimientos, algunos de ellos de manera natural como puede ser la erupción de un volcán, pero la gran mayoría son efecto secundario de la actividad humana. Emisiones de gases de efecto invernadero, mala gestión de los residuos, elevada generación de desechos, destrucción de ecosistemas… todo ello se va sumando y provoca una aceleración de un proceso natural y cíclico de cambios climáticos.
Las consecuencias del cambio climático más evidentes, porque ya han comenzado a tener repercusiones, son la aparición de tormentas extremas como la que ocurrió en el centro de España en 2021 llamada Filomena: una nevada intensa que bloqueó las ciudades, carreteras y servicios por más de una semana. Las lluvias torrenciales que provocan inundaciones en las costas españolas solían estar concentradas durante la época de gota fría al final del verano, ahora ocurren durante todo el año. En otras partes del mundo se ha reflejado en huracanes y tormentas tropicales en meses y zonas donde antes no ocurrían; incendios gigantes como los ocurridos en California que han estado activos durante más de un mes; o sequías extremas que asolan tierras por falta de lluvia a lo largo del planeta.
En el papel de mejorar esta situación con nuestras actividades perjudiciales para el medioambiente, sumamos todos.. Por ello es importante que las nuevas generaciones aprendan el valor de la importancia de cuidar los recursos naturales, el ecosistema y reducir tanto el consumo como la generación de residuos.
Los jóvenes han demostrado ser más conscientes que sus padres ante esta situación, como así se ha demostrado con las huelgas estudiantiles que se celebran cada viernes en España en favor de trabajar frente al cambio climático. También son 8 de cada 10 jóvenes menores de 25 años los que reciclan en casa y fomentan que la familia lo haga.
Movimientos como el comenzado por Greta Thunberg, han dado visibilidad al problema desde una perspectiva mucho más joven, animando a estos a tomar medidas y a comenzar desde temprano acciones para cambiar el futuro de nuestro planeta. Los marcos mundiales como el organizado por las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, incide en la importancia de poner un esfuerzo extra en la formación de los jóvenes en cuanto al cambio climático, creando posibilidades de desarrollo y futuro como son puestos laborales relacionados con el medio ambiente.. Además insisten en que los puestos de trabajo de futuro relacionados con el cuidado del medio ambiente y cambio climático aún no están casi desarrollados, siendo esta una gran oportunidad para tener un doble beneficio: cuidar del planeta y proporcionar trabajo a los más jóvenes.