Junto al resto de las diócesis de todo el mundo, la Iglesia local de Cartagena ha iniciado hoy el tiempo de consulta diocesana para XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, que tendrá lugar en Roma en octubre de 2023. Por delante, cuatro meses de trabajo sinodal diocesano para que la Diócesis se interrogue sobre su vida y misión.
«Hemos tomando conciencia de nuestra condición de Pueblo de Dios y de la invitación que nos ha hecho el Santo Padre para renovar nuestra vocación de Iglesia sinodal, llamados a la comunión, participación y misión, y nos ponemos en camino». Así iniciaba esta mañana su homilía el obispo de Cartagena, Mons. José Manuel Lorca Planes, en la celebración eucarística en la catedral con la que daba comienzo esta fase de consulta en la Diócesis de Cartagena. Acompañado por el obispo auxiliar, Mons. Sebastián Chico; el arzobispo emérito de Burgos, Mons. Francisco Gil; y una veintena de sacerdotes, Mons. Lorca Planes ha subrayado la sinodalidad (la identidad de la Iglesia como Pueblo de Dios en camino) de este proceso al que está invitada toda la Diócesis: sacerdotes, religiosos y laicos.
Un tiempo, este que comienza la Iglesia, que el obispo ha denominado como «un kairós» («un tiempo de Dios»), una oportunidad de renovación de la misión de la Iglesia: «Hermanos, somos el Pueblo de Dios en camino y estamos llamados a estar cerca de la gente, a desarrollar la cultura del cuidado de cada persona, pero no por obligación, no como un peso que nos desgasta, sino como una opción personal que nos llena de alegría y nos otorga identidad».
La consulta que se va a realizar en la Diócesis, y en toda la Iglesia universal, se basará en dos grandes interrogantes: ¿Cómo se realiza hoy en la Iglesia nuestro "caminar juntos" en la sinodalidad? Y ¿qué pasos nos invita a dar el Espíritu para crecer en nuestro "caminar juntos"? Mons. Lorca ha recordado las palabras del Papa Francisco, insistiendo en que la finalidad del Sínodo no es producir documentos, sino «hacer que germinen sueños, suscitar profecías y visiones, hacer florecer esperanzas, estimular la confianza, vendar heridas, entretejer relaciones, resucitar una aurora de esperanza, aprender unos de otros, y crear un imaginario positivo que ilumine las mentes, enardezca los corazones, dé fuerza a las manos».
Al finalizar la celebración, el obispo ha entregado una vela encendida, como símbolo de la misión que se inicia hoy en la Diócesis, a representantes de las ocho zonas pastorales, de los movimientos laicales, de la vida consagrada y del Equipo Sinodal Diocesano.
Para que las distintas parroquias, movimientos, comunidades religiosas y demás realidades eclesiales puedan trabajar los documentos para participar en esta consulta, se ha creado un espacio en la página web de la Diócesis (diocesisdecartagena.org) en el que se ofrecen materiales generales para que sirvan de ayuda.