En Madrid, el 46,9% de las emisiones provienen del tráfico rodado
Las zonas urbanas son responsables de casi el 80% de consumo de energía y más del 75% de los recursos naturales
Mañana 22 de septiembre se celebra el Día Mundial sin Coche, una fecha que busca concienciar del verdadero uso que se le debe dar a los automóviles. Cada año, son las propias instituciones quienes, durante estas fechas, llevan a cabo actuaciones para concienciar sobre el uso responsable del tráfico motorizado y promover alternativas ecológicas como el transporte público, la bicicleta o vehículos eléctricos.
Y es que tráfico rodado es la principal causa de contaminación en las ciudades, como por ejemplo Madrid. Según el 'Inventario de emisiones de contaminantes a la atmósfera', supone el 46,9 % de las emisiones de óxido de nitrógeno en la urbe madrileña, por encima de los ciclos de aterrizaje y despegue del aeropuerto de Barajas (25,5 %) o los sistemas de climatización no industrial (18,1%).
Sin embargo, no es el único hándicap al que se enfrentan las zonas urbanas, donde viven actualmente una quinta parte de la población mundial. Las grandes aglomeraciones son responsables de un consumo de entre el 60 y 80% de la energía, más del 75% de los recursos naturales, y del 75% de las emisiones mundiales de carbono.
Por este motivo, hay varias formas de promover un desarrollo urbano sostenible que no degrade el entorno y proporcione calidad de vida a los ciudadanos:
Transporte alternativo: En la ciudad hay varias formas de desplazarse. El más recurrente es el transporte público como el metro o el autobús, pero en ciudades como Madrid también es habitual moverse en bicicleta o andando. Además, últimamente se están desarrollando más opciones como el carsharing.
Espacios verdes: Cada vez se apuesta más por este tipo de espacios, tanto en oficinas como el ámbito residencial, ya que proporcionan una amplia gama de servicios del ecosistema y mejoran la calidad de vida de los ciudadanos. Un ejemplo es la promoción Ribera del Calderón, construido sobre los antiguos terrenos de Mahou y el Vicente Calderón, que dispone de más de 73.000 m² de nuevos parques y jardines.
Tecnología: La remodelación y adecuación de las nuevas herramientas tecnológicas está ayudando a hacer que el concepto de las ciudades inteligentes se convierta en una realidad en el que, entre otras cuestiones, mejore los servicios sociales y de voz a los ciudadanos.
Comercio local: Los barrios de las ciudades disponen de pequeñas tiendas que, al consumir en ellas, puede revertir positivamente. Aparte de tratarse de una fórmula de recuperación económica local, el impacto medioambiental es menor ya que los ciudadanos no tienen por qué hacer uso del automóvil. En ese sentido, promociones como Ribera del Calderón ayudan al desarrollo de esta opción ya que cuentan con más de 14.000 m² para uso terciario.
Eficiencia energética: La lucha contra la contaminación ambiental y acústica, la rehabilitación de edificios, el uso las energías renovables… son conceptos cada vez más implantados en la ordenanza urbana. Así, por ejemplo, es habitual que las promociones urbanísticas utilicen luminarias de bajo consumo para el alumbrado de las calles.
Accesibilidad: Favorecer el uso de los espacios urbanos a cualquier ciudadano y la supresión de barreras es el objetivo que a día de hoy persiguen todas las autoridades e instituciones, no solo para favorecer el tránsito de los habitantes con movilidad reducida o discapacidad, sino también para los propios turistas. De ahí que Ribera del Calderón haya diseñado sus espacios verdes para ser itinerarios peatonales accesibles, con una banda libre de paso de al menos 1,80 m de ancho, pendiente no superior a la máxima permitida del 6% y sin resaltes o peldaños en su recorrido.