La semana pasada la asociación de artesanos Amata recibió una llamada curiosa: “Hola, estoy buscando a un artesano o artesana que puede hilar el pelo de mi gato.” Por casualidad, en la base de datos de Amata figuraba una hilandera que vive en el mismo municipio que la persona llamando.
En otra ocasión se buscaba a un artesano para reparar o sustituir una pieza de un mueble antiguo que se había roto, y Amata ha establecido el contacto dentro de dos días.
No es tan sorprendente, porque Amata está organizando ferias de artesanía desde hace más de veinte años y por eso dispone de los datos de más de mil artesanos de toda España y de todos los oficios imaginables, desde vidriero hasta encuadernador, de forjador a sillero. Lo que sí, es curioso, es que la mayoría de la gente no se da cuenta del carácter polifacético de los artesanos.
Porque un artesano es más que una persona que sabe hacer cositas bonitas para venderlas en las ferias. Puede reparar o restaurar piezas que se han roto, decorar muebles, personalizar sus piezas con dibujos o textos y realizar encargos especiales.
En su Pueblo Artesano Virtual , Amate te presenta a unos cuarenta artesanos y te invita a visitar sus talleres y tiendas, observarles trabajando y comprar sus piezas. Otros artesanos ofrecen su trabajo en las ferias virtuales que se montan en el Pueblo. Y si no encuentras lo que buscas, te puedes dirigir a Amata y te pondrán en contacto con el artesano más adecuado para realizarlo.
Piensa en lo más raro, que te puedes imaginar y Amata buscará al artesano o artesana que te lo puede hacer.