Las vacaciones de Semana Santa son una oportunidad única para emplear tiempo de ocio en familia con escapadas al medio rural o visitas a museos y teatrosLos campamentos pueden convertirse en el mejor aliado de los padres que no puedan ajustar su horario laboral a las vacaciones de los más pequeños
"Lo más importante, es escuchar las necesidades de cada uno de los miembros de la familia y poder disfrutar de un tiempo de calidad para todos", explica Ana Herrero
Las vacaciones de Semana Santa están a la vuelta de la esquina, y es cuestión de tiempo que los más pequeños de la casa cuenten con 10 días de descanso seguidos. Es el momento de coger papel y boli y empezar a organizar, ya que se trata de una oportunidad excelente para que toda la familia rompa con el día a día y se abra a opciones de ocio alternativas para las que habitualmente no tenemos tiempo.
En 2019, última ocasión que tuvimos para celebrar la Semana Santa como estábamos acostumbrados, el 77% de los españoles apostó por el turismo nacional como plan para sus vacaciones, según datos del portal de viajes Hosteltur. Unas escapadas que el 24% de los ciudadanos aprovechaba para conocer lugares nuevos frente al 23% que optaba por visitar a familiares y amigos. Aunque en esta ocasión, todo estará supeditado a las restricciones de movilidad impuestas, por lo que tendremos que agudizar el ingenio para encontrar alternativas y que la pandemia no condicione nuestros planes familiares.
"Las vacaciones son días sin cargas profesionales ni educativas, que en el entorno familiar podemos aprovechar para organizar actividades destinadas tanto a mayores como a pequeños que sirvan como enriquecimiento personal y para reforzar los vínculos familiares. Lo más importante es escuchar las necesidades de cada uno de los miembros de la familia y poder disfrutar de un tiempo de calidad para todos", explica Ana Herrero, psicóloga y coordinadora del departamento de orientación del grupo Brains International Schools, que recomienda una serie de planes para estas vacaciones.
Planes para disfrutar de la Semana Santa en familia
Aunque las restricciones de movilidad impuestas limitarán sin duda los desplazamientos, existen numerosas alternativas para disfrutar de este tiempo de calidad en familia en nuestro entorno más cercano:
Escapadas rurales: la excusa perfecta para respirar aire fresco y que los niños puedan entrar en contacto con la naturaleza y sentirse activos. Además, el turismo rural vive un auge en los últimos meses que ha permitido la inclusión de muchas actividades como rutas a caballo, deportes alternativos, visitas a granjas, etc.
Actividades culturales: echar un vistazo a las agendas culturales de tu ciudad, que a buen seguro estarán repletas de obras de teatro, cuentacuentos y conciertos para los más pequeños y, por supuesto, respetando todos los protocolos y medidas de seguridad.
Museos: los museos ya no son aburridos. La gran mayoría están plagados de actividades e itinerarios exclusivamente para niños. Un plan diferente, que nos permitirá disfrutar al tiempo que aprendemos. Además, la gran diversidad de opciones nos permite adaptarnos a los gustos de cada uno: historia, pintura, artes plásticas, ciencias naturales, etc.
Sin embargo, es muy probable que muchos padres no cuenten con el mismo tiempo de descanso que los más pequeños por cuestiones laborales, aunque existen alternativas para aquellas familias en las que la conciliación puede convertirse en un verdadero desafío.
Campamentos, una alternativa para los padres
Los campamentos de Semana Santa son una excelente opción para que los más pequeños puedan seguir disfrutando de este periodo de vacaciones, y ofrecen una valiosa solución a los problemas de conciliación que ya existían y se han visto acrecentados por la pandemia. Pero además, los campamentos aportan también una serie de ventajas adicionales para toda la familia sin incurrir en estresantes reajustes de horarios:
Conciliación: los campamentos de Semana Santa suelen estar organizados con un horario similar al escolar. Los más pequeños ocuparán su mañana con actividades de todo tipo, comerán con compañeros y amigos, y por la tarde podrán volver a casa con sus padres, con la opción de seguir disfrutando de su tiempo libre en familia.
Socialización: las vacaciones y las limitaciones para las reuniones sociales son un mal complemento, al reducir nuestro círculo a no más de seis personas. Pero los campamentos son una excelente ocasión para compartir tiempo con más niños de edades similares, además de permitirles forjar nuevas amistades en un ambiente mucho más distendido que el habitual de las clases, cumpliendo todas las medidas sanitarias.
Aprender jugando: el ambiente de un campamento, a pesar de seguir estimulando su conocimiento, es puro ocio. Los peques practicarán nuevos deportes y podrán dedicar tiempo a actividades extraescolares que fomenten su creatividad y habilidades sociales sin pensar en ningún momento que han vuelto al cole. Además, los niños aprenderán a ser más autónomos e independientes.
Actividades al aire libre: todo dependerá de la climatología, pero ya empezamos a notar el buen tiempo, y este tipo de campamentos pueden ser la mejor manera para que los niños puedan disfrutar de actividades al aire libre, lo que indudablemente repercutirá en su salud y les permitirá salir de entornos cerrados a los que últimamente están más acostumbrados.
"Los campamentos de Semana Santa pueden ser una gran opción para los más pequeños, y además facilitan la tarea de conciliar la vida laboral y familiar. Estos campamentos son una buena opción de cara a desarrollar las habilidades de los más pequeños. Fomentan la creatividad, permiten conocer otras actividades e impulsan el aprendizaje de valores", concluye Ana Herrero, psicóloga y coordinadora del departamento de orientación del grupo Brains International Schools.