En febrero de 2017 habría sus puertas la Escuela de Hostelería de Cáritas, eh!, un proyecto impulsado por el obispo de Cartagena, Mons. José Manuel Lorca Planes, en el Año de la Caridad, para ofrecer una oportunidad de formación en el sector de la Hostelería a personas que se encontraban sin empleo. Además, desde ese momento, la sociedad murciana podría comprobar y degustar todo lo preparado en esta escuela en un enclave único, el Monasterio del Corpus Christi de las Agustinas Descalzas de Murcia.
En pleno corazón de la capital murciana, la eh! se ha ido abriendo camino en el mundo de la Hostelería, primero, sirviendo menús degustación un par de días a la semana; después, abriendo el restaurante todos los días para servir desayunos y meriendas; y, más tarde, menús diarios. Desde hace unas semanas la Escuela de Hostelería ha dado un paso más y ahora también prepara los menús para llevar. Un nuevo servicio que llevaban tiempo planteándose desde la dirección de la escuela, que ve la luz cuando para ellos es más necesario. «Queríamos poner este servicio en marcha para que las elaboraciones que diariamente preparan nuestros alumnos, y que ahora no podemos degustar en un enclave tan bonito, pudieran saborearlas nuestros clientes en casa», explica el responsable de la eh!, Ignacio Basterra.
Los encargos se pueden realizar, de lunes a viernes, de 9:00 a 15:00 horas, y se recogen de 13:00 a 15:30 horas. El pedido puede hacerse a través de llamada telefónica o WhatsApp en el número 685 077 986. De esta manera, el cliente puede pedir un menú de 7 euros que incluye entrante, un plato de cuchara y un postre (pan incluido) y por tres euros más puede sumar un plato elaborado.
Durante estos años, la Escuela de Hostelería de Cáritas se ha ido adaptando a las necesidades de la sociedad y también lo ha hecho, lo está haciendo, durante esta pandemia. La formación se paralizó en marzo y se retomó el 1 de septiembre, reduciendo la ratio de los cursos. Mientras, las cocinas se pusieron en marcha para dar de comer a las personas alojadas en los albergues que Cáritas Diocesana habilitó al inicio de la pandemia. «Nos reinventamos para poner la producción de cocina al 100 % para preparar las 600 comidas que Cáritas tenía que dar a diario en los albergues habilitados en diferentes municipios de la Región de Murcia», señala Basterra.
Los clientes de la Escuela de Hostelería de Cáritas, además de disfrutar de su comida, están colaborando para que muchas personas puedan formarse en el sector hostelero a través de los certificados de profesionalidad en sala y cocina, recibiendo también una formación integral que les permitirá insertarse en el mundo laboral.