Según el III Estudio de Salud y Estilo de Vida Aegon, positividad y autoestima son los factores que más influyen en una buena salud emocional
Son muchos los factores que hacen de enero uno de los meses más difíciles del calendario: los kilos de más, la cuesta de enero, la vuelta a la rutina, el cumplimiento de los nuevos propósitos..., pero este año a esta situación se le suma la carga emocional de aquellos que no han podido compartir estas fechas tan especiales con los suyos, especialmente después de un año tan particularmente complicado. Pasadas las celebraciones navideñas con los regalos, los gastos, los abusos y toda una montaña rusa de emociones nos encontramos exhaustos ante el comienzo de un nuevo año repleto de incertidumbres, en gran parte provocadas por la situación que seguimos atravesando debido a la Covid-19.
Ante esta situación resulta más importante que nunca conocer nuestra salud emocional, buscar aquellas herramientas que nos ayuden a alcanzar una adecuada autoestima y tener una actitud positiva ante la vida, con el objetivo de trabajar la capacidad de gestionar emociones y dificultades. Según el III Estudio de Salud y Estilo de Vida de Aegon los factores que más influyen en el cuidado del bienestar emocional son la positividad (25%) y la autoestima (19%), siendo principalmente las mujeres las que tienen este pensamiento. En cambio, los hombres dan más importancia a la situación económica y laboral (16,1%) y a la relación familiar y social (12,8%) a la hora de tener una buena salud emocional.
Ahora bien, si se atiende a las generaciones, los factores tienden a variar. Por ejemplo, los baby boomers dan a la positividad (32,6%) y a las relaciones familiares (14,2%) una importancia por encima de la media, mientras que la generación Z destaca el valor del alta autoestima (25,2%) y del control del estrés y/o la ansiedad (20,3%) sobre su bienestar emocional. Curiosamente, la generación X otorga una relevancia por encima del promedio al estado de ánimo (15%) y las relaciones sociales (6,2%). Los millennials, por su parte, consideran que la autoestima (22,7%), la situación laboral y económica (19,1%) y el estrés y/o ansiedad (16,5%) son los factores que más influyen en su salud emocional, mientras que la positividad les afecta menos que a la media (14,9%)
Uno de los aspectos que evalúa el estudio en relación con el bienestar emocional es el sentimiento de los españoles en situaciones fuera de su rutina por tiempo prolongado, como el ocasionado por el aislamiento social. El 34% de los encuestados declara que, en estas situaciones, se encuentra más relajado y en paz consigo mismo y el 32% que tiene más tiempo para conciliar vida laboral y personal. Por el contrario, un 22% afirma sentir estrés y ansiedad cuando no siguen su rutina y costumbres por un largo periodo de tiempo, e incluso un 21% asegura sentirse triste o decaído más a menudo.
Según el sexo, se observa que los hombres agradecen estas situaciones por tener más tiempo para conciliar la vida familiar (35,8%), aunque un 23% se aburre con más facilidad. Por su parte, las mujeres tienen sentimientos más negativos: el 23,3% de las mujeres afirma agobiarse al no seguir su vida habitual.
En función de las edades, los sentimientos de carácter negativo en estas situaciones de aislamiento social o fuera de la vida cotidiana por periodos prolongados afecta a los jóvenes. Por ejemplo, el 35,6% de la generación Z y el 27,8% de los millennials confiesa sentir estrés y ansiedad. Por su parte casi el 40% de la generación X destaca que tiene más tiempo para conciliar su vida personal, y los baby boomers se sienten más relajados y en paz consigo mismos.
Los expertos de Aegon señalan que, en momentos donde empezamos a perder la paciencia y la fe en que la pandemia termine, es clave mantener los pies en el suelo y no olvidar que la situación actual es transitoria, efímera y que pasará, aunque aún no se conozca la fecha exacta. Cada vez va quedando menos para que lleguen tiempos mejores y recorrer el camino restante con autoestima y positividad nos ayudará a alcanzar la meta más fuerte mentalmente que nunca.