Este domingo la Iglesia celebra la solemnidad de Pentecostés, Día de la Acción Católica y del Apostolado Seglar. La celebración diocesana tendrá lugar el sábado por la tarde, a las 19:30 horas, en la misa presidida por el obispo de Cartagena, Mons. José Manuel Lorca Planes, y será retransmitida por Popular Televisión Región de Murcia desde la capilla de Santiago Apóstol del Palacio Episcopal.
El obispo dedicó este año su carta pastoral, “Firmes en la fe”, a los laicos, volviendo a hacer una llamada especial sobre el papel que desempeñan en la Iglesia. Durante este curso se habían programado con los laicos diferentes actividades, algunas de las cuales se han tenido que posponer a causa de la pandemia. “En la Diócesis de Cartagena todavía mantenemos en pie este proyecto esencial del protagonismo de los laicos en la Iglesia”, asegura Mons. Lorca Planes, que, junto a su Consejo de Vicarios, ya ha comenzado a preparar el próximo curso en el que quiere seguir contando con el trabajo de los laicos. “Vamos a tener unas posibilidades maravillosas de poder tender la mano, de acoger, de escuchar y de ser testigos de la esperanza y la alegría”. El obispo agradece a las familias que durante este tiempo “hayan sido nuevamente un ámbito de esperanza y un hospital de caridad”, sacando adelante situaciones difíciles.
El confinamiento, una nueva oportunidad para acercarse a Dios
Transcurridos cincuenta días desde el Domingo de Resurrección, en el Día de la Acción Católica y del Apostolado Seglar, la Iglesia invita a todos los laicos a caminar hacia un renovado Pentecostés. En el mes de febrero se celebró en Madrid el Congreso Nacional de Laicos “Pueblo de Dios en salida”, organizado por la Conferencia Episcopal Española. Tras este encuentro, los obispos de la Comisión Episcopal de Laicos, Familia y Vida desean que la Iglesia siga siendo “luz de esperanza en medio de la sociedad… con una actitud permanente que capacite para captar cómo Dios está actuando en la historia, en los acontecimientos y en las personas”.
Debido al estado de alarma, la Pascua de este año se ha vivido de una manera distinta sin dejar de ser una nueva oportunidad para acercarse a Dios. Es el caso de Santiago Boronat, de la parroquia de San Francisco Javier de San Javier, que afirma haber recorrido este año el camino hasta Pentecostés “de una manera diferente, dedicando más tiempo a la lectura reposada y sintiendo más que nunca la fuerza y la importancia del Espíritu Santo”.
Ana Espín pertenece a la parroquia de Nuestra Señora de las Maravillas de Cehegín y cuenta que este periodo le ha servido para descubrir “cómo la comunidad cristiana debe ser una Iglesia samaritana con los caídos por el camino, atendiéndolos como lo hizo Jesús”.
María José Hernández, de la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción de Molina de Segura, reconoce que al principio no le resultó fácil encontrar a Dios hasta que sintió que su miedo no podía ser más grande que su fe. “A partir de ese momento noté que Dios estaba conmigo tanto en los momentos de desesperanza como en los felices y alegres”, explica.
Este tiempo también le ha servido a Josefina Mateos, de la parroquia de Nuestra Señora del Rosario de Puente Tocinos (Murcia), para reflexionar sobre la fragilidad del ser humano. Asegura no haber podido contener el llanto al pensar en aquellos que, ante la imposibilidad de la compañía de sus familiares, por las medidas de seguridad y protección, han muerto en soledad. Desde casa ha sentido el apoyo de su comunidad parroquial, siguiendo la Eucaristía a través de las redes sociales. “Solo pido que el Espíritu Santo nos ilumine, nos dé fuerza y esa capacidad para saber encontrar respuestas a las necesidades que hay ahora mismo en nuestra sociedad”, concluye Josefina.