Investigadores del Departamento de Sociología de la Universidad de Murcia (UMU) consideran que la intensificación de la precariedad laboral y la exclusión social observadas durante los últimos años llevarán al surgimiento de un nuevo modelo de cohesión social débil.
El estudio determina que la última década, marcada por la crisis económica, ha derivado en la pérdida de buena parte de la capacidad de integración y vertebración del trabajo y en un deterioro intenso de la protección social.
El cambio hacia este nuevo modelo social se está produciendo por el debilitamiento del Estado de Bienestar, el proceso de individualización de las relaciones laborales y el impulso de políticas públicas insuficientes y que potencian la precariedad laboral, según los investigadores de la UMU.
"Un aspecto muy preocupante de este nuevo modelo reside en que las estructuras e instituciones sociales han dejado a las personas a la deriva y sin una red de protección social", señala Salvador Manzanera Román, uno de los responsables del trabajo.
Este mismo investigar de la UMU explica que los sujetos se están viendo obligados a poner en marcha estrategias individuales de integración social, que son más débiles que las estrategias colectivas o estructurales propias del antiguo modelo.
Precariedad laboral
"Cada vez son más los grupos sociales que ven cómo la precariedad laboral forma parte de sus carreras profesionales y de sus vidas, viéndose abocados a situaciones de vulnerabilidad cada vez más duraderas", comenta Manzanera.
Estos procesos han provocado una reconfiguración de los espacios sociales y de trabajo, "de forma que la inclusión ha sido precarizada, la vulnerabilidad ha sido normalizada, mientras que el espacio de exclusión ha sido ensanchado y profundizado", señala el experto.