Ecologistas en Acción han solicitado de Ayuntamiento de Santomera que desde el Gobierno Municipal se adopten medidas para evitar la instalación de industrias fuera de los polígonos industriales, evitando así los daños a la salud de las Personas y el medioambiente.
Es imprescindible que se inicie una consulta previa a la ciudadanía de Santomera antes de tomar ninguna decisión definitiva sobre la instalación de esta planta de Biogás.
Ecologistas en Acción prepara alegaciones contra la instalación de una planta de biogás en el municipio de Santomera, en apoyo a la ciudadanía que está organizándose en la Plataforma Ciudadana Contra la Instalación de una Planta de Biogás en Santomera.
Santomera posee un término municipal de 44 km2, con núcleos de población diseminados por todo su territorio, y las diferentes ubicaciones contempladas en el proyecto situarían la planta junto a un núcleo de población o alguno de los espacios naturales del municipio. De hecho, desde la administración Regional y Municipal se pretende aumentar la superficie del espacio protegido, ZEC ES6200005 Humedal del Ajauque, Rambla Salada y Pantano de Santomera, incluyendo también en el mismo el monte público de los Ásperos.
Ecologistas recuerda que durante muchos años se ha realizado una gestión en lo referente a creación de suelo industrial en Santomera claramente mejorable, lo que ha llevado a muchas industrias a instalarse en suelo no apropiado para su actividad, causando afección a la calidad de vida de la ciudadanía y al entorno natural.
Como hemos señalado en otras ocasiones, mantener una posición favorable al desarrollo del biogás no impide tener determinadas reservas y cautelas, ya que somos conscientes de que existen numerosos riesgos que pueden desvirtuar los principales objetivos: provisión energía renovable y cierre de ciclo de los recursos naturales. Nuestra postura no constituye una aceptación acrítica para relajar en ningún caso las exigencias ambientales que deben cumplirse de forma inexcusable.
Es por ello que solicita que se revisen especialmente la ubicación de la instalación y sus dimensiones, por el impacto de ocupación y las molestias que pueda suponer en el terreno y zonas próximas.
La producción de basuras, que sean residuos asimilables a urbanos, en cantidades moderadas y minimizables con buenas prácticas.
La contaminación de suelos, derivado de las propias basuras mencionadas si su presencia es continuada, u otros elementos relacionados con la actividad como grasas lubricantes, combustibles, etc.
También se debe poner especial atención en el riesgo de contaminación debido a derrames o fugas del efluente del residuo orgánico a tratar.
La contaminación atmosférica: la posible emanación de olores propias de los residuos a tratar y su afección a las áreas circundantes, como las posibles poblaciones cercanas, el riesgo de fugas del biogás o biometano producido tras el proceso de digestión anaerobia, o el volumen de emisiones producidas por los propios vehículos de transporte y mantenimiento de la actividad.
El consumo del agua y su gestión, el consumo de energía para el funcionamiento de la planta de biogás, la generación de ruido derivados de la actividad, etc.
El riesgo de incendio y explosión también preocupa a la ciudadanía, la producción de biogás, su almacenamiento, los dispositivos de seguridad y distribución van a requerir de sistemas de control y seguridad para el correcto desarrollo de la actividad.
La organización ambiental quiere poner en valor la necesidad de fomentar la participación social en la generación de cultura energética, el favorecimiento de la generación distribuida y la gestión comunitaria como herramienta de fomento del control democrático de la energía.