La Consejería de Obras Públicas y Ordenación del Territorio, a través de la Dirección General de Carreteras, ha licitado las obras de asfaltado de la carretera RM-303, que une Santomera y Los Ramos entre los puntos kilométricos cero al cuatro, para dotar a la vía de un firme adaptado al elevado número de vehículos que la transitan diariamente, lo que mejorará su comodidad en la conducción.
Debido a su situación estratégica, esta carretera dispone en la actualidad de una Intensidad Media Diaria (IMD) de 10.500 vehículos, una de las más altas de la Región, lo que ha acelerado el envejecimiento natural de su firme, y ha hecho necesaria esta actuación que supondrá el asfaltado de cuatro kilómetros para la mejora de la seguridad vial de los ciudadanos, tras las peticiones efectuadas para la ejecución de esta obra por parte del Ayuntamiento de Santomera y de las juntas vecinales de las pedanías murcianas de El Raal y Alquerías.
El proyecto contempla la pintura de isletas y líneas de canalización del tráfico, que aumentarán la visibilidad de las zonas de pavimento que queden excluidas de la circulación de los vehículos, además de la colocación de dispositivos de guía óptica utilizados como complementos de las marcas viales, capaces de reflejar la mayor parte de la luz incidente por medio de elementos reflectantes a fin de alertar, guiar o informar al usuario de la carretera.
Firme antideslizante en Santomera
Por otro lado, el director general de Carreteras, José Guijarro, señaló que “en algunos puntos especiales próximos a Santomera se implantará un nuevo firme antideslizante, que aumenta la adherencia entre el vehículo y la carretera hasta dos veces más que la que se consigue con un firme de tipo ordinario”, y destacó que “desde su instalación hace meses no ha habido constancia de ningún siniestro en la zonas donde se ubicó”.
Esta iniciativa, pionera en la Región, tiene como objetivo contribuir a la eliminación de los Tramos de Concentración de Accidentes (TCA) a través de la mejora de la seguridad vial y la reducción de la siniestralidad en las zonas de alto riesgo, como curvas peligrosas, aproximaciones a rotondas, fuertes pendientes, pasos peatonales, semáforos o intersecciones.