Las incondicionales de Isabel Pantoja estuvieron hasta las 2 de la madrugada esperando en una de las puertas del recinto ferial de San Pedro del Pinatar para verla marchar y poder despedirse de ella. “Me gusta mucho Isabel, lo que siento es comparable a la devoción”, comenta una de las fans de la cantante
68, esos son los años que cumplió Isabel Pantoja el pasado 2 de agosto, y 50 los que lleva sobre los escenarios cantando y derrochando un talento único. Y así es ella también, única, capaz de seguir manteniendo fieles a sus seguidores a pesar de todo lo que ha transcendido de su vida personal a los medios de comunicación, a pesar de todas las críticas que se han vertido sobre ella en numerosas tertulias televisivas durante muchos años.
Son las 21:40 horas y la cola para entrar al recinto ferial de San Pedro de Pinatar es tremendamente larga. Faltan 40 minutos para que Isabel se suba al escenario del festival ‘Sal de Música’. Predominan las mujeres de una edad avanzada, muchas con abanico en mano, pues aunque la temperatura es algo inferior a la de días anteriores, el calor sigue apretando en la zona del Mar Menor. “Siempre que ha venido a Murcia he ido a verla, nunca me pierdo esta cita; me compré la entrada hace varios meses, justo cuando se pusieron en venta”, comenta una mujer de unos 50 años que espera junto a una amiga en la cola. “Es la última folclórica de España, cuando se muera la Pantoja ya no quedará ninguna”, me dice una mujer que espera impaciente para entrar al recinto con su hijo.
Avanzo en paralelo a la cola de gente para seguir descubriendo opiniones sobre Isabel. Una joven afirma que hay que ver a la tonadillera actuar por lo menos una vez en la vida: “Hay que escribir un libro, plantar un árbol, tener un hijo y ver a Isabel Pantoja”. Un grupo de tres amigas octogenarias que van agarradas de los brazos para llegar a la entrada están pletóricas por ver a la artista, se les nota en la cara. “Esta es mi primera vez, estoy como una niña de 15 de años, ¡me sé todas sus canciones!”, anuncia una de las octogenarias. También tengo la oportunidad de hablar con una admiradora que pudo asistir a la boda de Isabel con Paquirri: “Yo la conocí hace 40 años, estuve en su boda porque mi marido trabajaba en la discográfica en la que ella estaba, y había relación de trabajo y amistad. Deseo verla ahora, aunque no me va a conocer porque han pasado 40 años. Quiero una foto con ella”.
Ya en la puerta del recinto ferial descubro que hay decenas de personas con sillas en las aceras. Están esperando a que comience el concierto para escucharla desde fuera. El precio de las entradas oscila entre los 60 y los 150 euros.
Una vez dentro, Isabel solo hace esperar 10 minutos: a las 22:40 minutos sale al escenario en el que ya están preparados el coro, la orquesta y el director de la orquesta. Saluda con alegría a su amado público. Viste un alegre vestido amarillo con detalles florales en colores fucsia y lila.
La primera canción que canta, ‘Embrujá por tu querer’, la de “tengo en carne viva por tu culpa el corazón”. La Pantoja ha empezado fuerte. Al finalizar el conocido tema, entra en contacto con el público y hace referencia al temporal de lluvia y granizo que ha sacudido este miércoles gran parte de la Región de Murcia: “Gracias a Dios ha dejado de llover. Este espectáculo solo lo voy a hacer este año; llevo muchos años cantando, tantos como 50, y es gracias a vosotros que desde mis comienzos habéis estado a mi lado como artista y como persona. Ojalá yo pudiera daros una milésima parte de lo que me dais vosotros cuando me subo a los escenarios. Esta noche vamos a hacer un recorrido por mi discografía”.
Interpreta numerosas canciones de toda su carrera, aunque de algunas solamente una pequeña parte: “Unas las canto enteras y otras no, porque esto es absolutamente todo en directo”. Durante el concierto hace una mención especial a Juan Gabriel: “Pido un fortísimo aplauso para mi compadre”.
“Yo creo que fui la única folclórica que tuvo el valor de vestirse de Travolta”, dice Isabel antes de interpretar ‘Señorito’. También cuenta una anécdota antes de cantar ‘Quiero pecar contigo’: “La canción era mía, no mía escrita, sino que me la escribieron a mí. Eran mis comienzos, yo tenía 15 años y aún no había pecado, pero la interpreté más o menos y suena así”.
El público está sentado, no se han vendido entradas para estar de pie. La intención es que toda la gente esté cómoda y con buena visión del escenario. Intuyo que se ha tenido en cuenta la avanzada edad de gran parte de las fans de Isabel. La de Sevilla ha demostrado que sus conciertos son inclusivos, que se hace lo posible para que toda la gente esté integrada, y es que ha contado con un intérprete de lengua de signos para su actuación. Además, en una de sus tantas muestras de agradecimiento lo ha hecho con lenguaje inclusivo: “Gracias a todos, todas y todes”.
En el último tramo del concierto el público ha podido disfrutar de sus canciones más populares como ‘Qué voy a hacer contigo’, ‘El moreno’, ‘Se me enamora el alma’ y ‘Así fue’. Justo antes de cantar ‘El moreno’ Isabel le dice al público: “Ahora vais a bailar todos. Bueno, los que se puedan poner de pie, claro”. Cierra el espectáculo con ‘Garlochí’, un tema que ha cantado acompañada del equipo de baile de Ballet Kebanna de San Pedro del Pinatar.
Al finalizar el concierto veo entre el público a Paca la Piraña. La gente la está saludando y espero para hablar con ella: “Me ha encantado, yo he sido muy fan de la Pantoja toda la vida, la imitaba cuando hacía espectáculos”.
Cuando salgo del recinto veo que hay decenas de personas reunidas en la calle, están esperando a que Isabel se marche en coche para despedirse de ella, son las 02:00 horas. “Me gusta mucho Isabel, lo que siento es comparable a la devoción”, me comenta una mujer extremeña que vive en Torrevieja desde hace 50 años. Otra mujer me cuenta que le cantaba a su hijo “la canción ‘Así fue’ cuando era pequeño para que se durmiera”.