El pregonero de la Semana Santa pinatarense, el Reverendo Roberto Burgos Azor, llegó con puntualidad al Ayuntamiento de San Pedro del Pinatar, donde fue recibido por las autoridades civiles y representantes de las diferentes Hermandades y Cofradías que conforman el Cabildo Superior de la Semana Santa, escoltado por el Tercio Romano Hermenegildo Fresneda.
Tras saludar a todos los presentes, Roberto Burgos, acompañado por el presidente del Cabildo, Mariano Visedo, y la alcaldesa del municipio, Ángela Gaona, accedió al Ayuntamiento donde se le impuso el escudo de la Villa y firmó en el libro de honor.
La alcaldesa aprovechó el momento para resaltar la “gran suerte de contar con un pregonero de excepción, un gran conocedor de nuestra Semana Santa, pues durante años ha formado parte de ella desde dentro. Siendo testigo de la devoción y la implicación que cada una de las personas que conforman las cofradías y hermandades del municipio tienen por esta Semana”. Gaona destacó el carácter afable y comprensivo de D.. Roberto, calificándolo como “una de esas personas que dejan huella”.
A continuación se trasladaron en comitiva hasta el templo de la Santísima Trinidad, donde pronunció un emotivo pregón, que comenzó recordando que estuvo 9 años sirviendo en San Pedro del Pinatar y afirmando que, “cuando pienso en las procesiones, no son los momentos los que se me vienen a la mente, sino las personas, las que están y las que se fueron”.
Burgos, tras 26 años anunciando el evangelio como presbítero, quiso huir de la prédica y repasó en su pregón los momentos más representativos de la Semana más importante del calendario cristiano, apoyándose en las procesiones de San Pedro del Pinatar, y recordando como nos prepara la liturgia hasta llegar al Viernes de Dolores, y allí “contemplaremos a la Madre traspasada por la espada del dolor, unida a Cristo en el Sacrificio de la Cruz”.
Así, habló de cada una de las citas en la Semana Santa, haciendo un resumen de los diferentes momentos que se viven hasta llegar al silencio del Sábado Santo, “interrumpido únicamente por la presencia de la Virgen Sola”. Dando paso, ya de noche, “al momento en el que las luces de todas las iglesias del mundo se encienden porque Cristo ha resucitado”.
Con sus palabras, Roberto Burgos, se esmeró en pregonar lo que viene, “el memorial de la Pascua de Jesús y su representaciones en los cortejos procesionales”. Y acabó pidiendo una Semana Santa llena de gracias y consuelos.