Un total de 41 ejemplares de tortuga boba de los 47 nacidos del nido de La Manga y los cuatro de la puesta realizada en Playa Honda prosiguen su desarrollo en la Estación de Acuicultura Marina de San Pedro del Pinatar, dependiente del Imida, mientras que los otros 10 se encuentran en el Instituto Oceanográfico de Valencia.
El director general del Medio Natural, Fulgencio Perona, visitó hoy las instalaciones de San Pedro del Pinatar para conocer la evolución de estos ejemplares y señaló que “crecen a un ritmo mayor que las tortugas del año anterior”.
Inicialmente, todas las tortugas fueron trasladadas al Centro de Recuperación de Fauna Silvestre ‘El Valle’ para un primer examen físico, antes de pasar a realizar con ellas la técnica de ‘head starting’, consistente en su mantenimiento en cautividad hasta que alcancen un volumen y fuerza suficientes que las haga más resistentes frente a los depredadores”.
Esta etapa es crítica para su supervivencia por su vulnerabilidad y se enviaron 10 al Oceanográfico de Valencia para evitar que ante un hipotético episodio catastrófico se pudieran perder todas las crías. Las otras 41 se instalaron en la Estación de Acuicultura Marina con unas condiciones controladas de luz ultravioleta y temperatura, y bajo supervisión del personal del Centro de Recuperación de Fauna Silvestre, que las alimenta tres veces al día con una papilla especial a base de pescado blanco, pescado azul, crustáceos y moluscos, y una vez a la semana, suplementos vitamínicos y calcio.
Las crías se pesan semanalmente y se miden una vez al mes. En la actualidad, todos los ejemplares gozan de buena salud y presentan un crecimiento normal para los estándares de su especie, pesando entre 123 y 220 gramos. Como curiosidad, las 11 tortugas que se desarrollaron en estas instalaciones la temporada anterior pesaban por estas fechas entre 85 y 107 gramos, por lo que el crecimiento está siendo más rápido que el año anterior.
Las tortugas se mantendrán en cautividad aproximadamente un año, hasta que alcancen un tamaño y peso que aumente sus posibilidades de supervivencia, momento en que serán devueltas al mar en el mismo lugar de su nacimiento.
El Centro de Recuperación de Fauna Silvestre se financia con cargo al Programa Operativo Feder Región de Murcia 2014-2020.