Esta semana podemos confirmar con alegría que tras el último pleno, han sido aprobadas finalmente las operaciones de crédito necesarias para el pago de la deuda a proveedores. Únicamente queda ya la firma de dichos créditos con los bancos, que tendrá lugar en los próximos días.
De esta manera un total de 1.003 proveedores cobrarán 6.756 facturas por un montante final de 17.024.847,73€. Esta inyección de dinero, de los cuales más de 5 millones de € corresponden a empresas de San Pedro del Pinatar y municipios limítrofes, dará un empujón a la economía local y sacará del apuro a muchos empresarios, que hasta ahora no tenían margen para trabajar por culpa de la deuda acarreada.
Sin embargo es un tema que a algunos miembros de la oposición les parece de escaso interés. El mismo escaso interés que les suscitan otros temas, ya sean de ámbito local, regional o nacional. La economía nacional no parecen considerarla digna de debate en el plenario, las negociaciones regionales les aburren y los asuntos del municipio sólo son importantes si son los que ellos mismos han propuesto. El clásico “yo, mi, me, conmigo”.
Desde el Gobierno Popular, se mantiene un trabajo constante por el pueblo y los habitantes de este, se analizan constantemente ideas, proyectos y acciones que mejoren nuestro municipio y la vida de nuestros vecinos. También se escucha a los ciudadanos y se lleva a cabo una importante labor de representación de estos en los actos públicos. Y por supuesto, si algún grupo de la oposición plantea una iniciativa, se estudia si es viable, coherente y productiva en cuyo caso se trabaja por sacarla adelante. La moción conjunta aprobada en el último pleno es sólo una muestra de ello.
Todo esto posiblemente le sea desconocido a algunos concejales de la oposición cuya única tarea es sentarse en el plenario durante 3 horas al mes; que cuando se debaten temas como el orden del ocio nocturno o la salubridad de las calles, se dedican a interrumpir hablando entre ellos, proponer pintorescas ideas como instaurar los vomitorios de las antiguas bacanales romanas o simplemente dormir en su sillón.
Entendemos perfectamente sus reivindicaciones de bajadas de sueldo y sus quejas por la duración de los plenos. Cuando tus propuestas se limitan a llevar a debate el titular que acabas de leer en el periódico mientras desayunabas y tus funciones como político se limitan a ir un rato al pleno cada mes, cualquier ciudadano consideraría excesivo y hasta indecente, cobrar un sueldo de 300€ la hora.