El alcalde de San Javier, José Miguel Luengo celebró que el proyecto que él mismo presentó en su etapa de diputado en la Asamblea Regional para la recuperación de la encañizada del Ventorrillo se vaya a hacer realidad tal y como anunció hoy el presidente regional Fernando López Miras en Santiago de la Ribera. El presidente regional anunció el inicio de las obras para “los próximos días” con un presupuesto de 700.000 euros y un plazo de ejecución de 18 meses. El alcalde de San Javier destacó el valor “emocional” de este proyecto, que se suma al valor ambiental, porque recupera tradición, cultura e historia ya que las primeras noticias que se tienen de este sistema tradicional de pesca en el Mar Menor, que se mantienen gracias a la recuperación de la encañizada de La Torre, datan del siglo XV.
El presidente de la Comunidad, Fernando López Miras, anunció hoy que el Gobierno regional iniciará en los próximos días los trabajos de recuperación de la Encañizada del Ventorrillo, lo que permitirá “dar un nuevo paso dentro de la recuperación integral del Mar Menor ya que pondremos en valor un sistema de pesca tradicional y, paralelamente, será una actuación que ayudará a la regeneración de una zona de alto valor ecológico”.
Durante la presentación del proyecto, celebrada en San Javier, el jefe del Ejecutivo autonómico destacó que este espacio es, desde el siglo XV, “ejemplo y modelo de pesca artesanal selectiva, que forma parte de las tradiciones y de la cultura de los pescadores del Mar Menor”. “Se trata de un proyecto emblemático para recuperar la historia y la tradición pesquera de un lugar único en el mundo”, explicó.
La iniciativa, que supondrá una inversión de más de 700.000 euros y tiene un plazo de ejecución de dos años, incluye la reconstrucción de un embarcadero de madera que permita el acceso a los barcos pesqueros, así como la reconstrucción de la pedriza perimetral del islote que facilite la retención de la arena de la zona, la colocación de la paranza de cañas, que es el arte de pesca que se utiliza en las encañizadas, o la recuperación de los canales de paso de pescado hasta un calado máximo de 50 centímetros.
“Lo que hoy anunciamos es un gran paso para la recuperación del Mar Menor, algo en lo que venimos trabajando desde hace muchos años”, remarcó López Miras. En este sentido, recordó las “medidas legislativas que nos permiten ordenar y gestionar el desarrollo del Mar Menor”, así como “medidas de acción directa” como la monitorización del ecosistema, la retirada de biomasa, la construcción de tanques de tormenta y colectores, la creación de un banco de especies o la puesta en marcha de biorreactores.
También destacó la labor de inspección y control, así como de sanción, a quienes actúen al margen de la ley o produzcan un daño al medio ambiente. Asimismo, recordó el inicio de los trámites para acometer “la mayor renaturalización del Mar Menor” a través de la compra de 3,1 millones de metros cuadrados de El Carmolí. “Nadie puede cuestionar que, desde el Gobierno regional, estamos poniendo todo nuestro esfuerzo y compromiso en esta tarea, pero necesitamos que el resto de administraciones también cumplan con su papel”, enfatizó el presidente autonómico.
Garantías medioambientales
Durante su intervención, López Miras destacó que “este proyecto cuenta con todas las garantías ambientales”, en concreto, con la correspondiente Declaración de Impacto Ambiental y la concesión de ocupación de dominio público marítimo-terrestre otorgada por el Ministerio para la Transición Ecológica.
El proyecto incluye un conjunto de medidas a implementar durante su ejecución y la realización de mediciones que garanticen que no se produce impacto ambiental. De esta forma, se llevará a cabo una vigilancia ambiental y arqueológica, así como un inventario de flora y fauna para el conocimiento de las especies más significativas de la zona.
A ello se suma el diseño de una ruta fija de acceso a las tareas, estableciendo un solo trazado de entrada y salida por zonas desprovistas de vegetación y nidos de aves, y siempre fuera del ámbito terrestre del resto del Parque Regional. Del mismo modo se llevará a cabo un control de la recuperación del calado y disposición de barreras antiturbidez.
Junto a ello se dispone de un plan de medidas para especies (pinna nobilis, aphanius iberus, cymodocea nodosa o ruppia cirrhosa) y hábitats (caracterización de la columna de agua y sedimentos), a la vez que semanalmente se remitirá un informe con las analíticas diarias del agua durante la fase de ejecución que medirán temperatura, oxígeno, nitratos, nitritos, amonio, fosfatos, sólidos en suspensión, salinidad y pH.
Tradición pesquera desde el siglo XV
La encañizada del Ventorrillo, ubicada en el norte del Mar Menor, existe y ha sido explotada con fines pesqueros desde finales del siglo XV. Se trata de un sistema tradicional que forma parte de las costumbres que se integran en el tejido social pesquero que ha permitido la captura selectiva de especies que se movían desde el Mar Menor hacia el Mediterráneo en momentos concretos del año.
El enclave está constituido por una extensión de agua libre con una serie de escollos e isletas, que toma su nombre del tradicional sistema de pesca. Este arte, constituido por un sistema de cañas que intercepta el pescado y lo dirige a corrales donde los peces permanecen vivos, permite realizar una pesca selectiva y regular la oferta de mercado favoreciendo un mejor precio.
Hace más de un siglo se explotaban las encañizadas en las tres golas que tiene el Mar Menor: Marchamalo, Estacio y la Encañizada en la zona más al norte del Mar Menor. En la actualidad quedan vestigios de las situadas en el entorno de Marchamalo y el Estacio, permaneciendo en uso exclusivamente la encañizada de la Torre, en la Encañizada, a la que se sumará la del Ventorrillo una vez finalicen los trabajos de recuperación.