El alcalde de San Javier, José Miguel Luengo, acompañado por el equipo de Gobierno Local, entregó hoy la bandera de San Javier al montañero local, Miguel Madrid que el próximo 21 de marzo inicia su última aventura en la que se ha propuesto coronar los 8.848 metros del Everest, la montaña más alta del planeta donde ondeará la insignia de su pueblo.
La nueva hazaña del experimentado alpinista Miguel Madrid se prolongará hasta el 5 de junio, fecha en la que tiene el vuelo de regreso. Antes de emprender el asalto al techo del mundo, por la cara norte, Miguel cumplirá un exhaustivo programa de aclimatación previo que iniciará tras su llegada a Katmandú con 20 días de trekking por la cara sur del Everest, en Nepal, y una ascensión a Island Peak (6.000metros).
La aclimatización necesaria para una persona que como Miguel Madrid vive al nivel de mar para acostumbrarse a las bajas presiones de oxígeno que se acentúan con la altura, le llevará de vuelta a Katmandú para aprovisionar un viaje de 1.500 kilómetros en coche hasta la zona del Tibet, controlado por China, para enfrentarse, acompañado solo por un sherpa, a a la cara norte del Everest donde empleará su tiempo para ascender y descender entre los distintos campos base hasta dar por finalizada la aclimatación para el asalto final a los 8.848 metros que prevé entre el 10 y el 25 de mayo.
Madrid ya ha subido el Aconcagua, en Argentina, la cumbre más alta de América. También coronó el Denali (McKinley hasta 2015) en Alaska, la cumbre más alta de Amércia del Norte. Con otros miembros del club Chotacabras, de San Javier ascendió el Kilimanjaro , en Tanzania. También se paseó por la cumbre de la UE, en Mont Blanc, y en Ecuador ha subido cinco volcanes (6.000 metros) como el el Cotopaxi, uno de los volcanes activos más altos del mundo.
La pasión por la montaña de Miguel Madrid es también un ejemplo de superación. Todo comenzó de manera circunstancial tras un grave accidente de coche que le hizo pasar por quirófano en 2005. Con la espalada rota, los médicos le dijeron que no podría volver a hacer deporte, así que dejó el fútbol y empezó a hacer senderismo y en un año ya estaba subiendo el Mont Blanc, sin que haya podido dejarlo hasta ahora.
Miguel Madrid, que se autofinancia sus viajes sabe que no tendrá muchas más oportunidades por lo que tuvo claro que ahora era el momento de llegar a lo más alto. Ha hecho malabares con su trabajo y su familia para poder marcharse durante casi 80 días y poder mirar el planeta desde su punto más alto. Se ha provisto de una banderita de San Javier de pequeño formato para poder dejarla allí. la que le ha entregado hoy el alcalde la plantará en un campamento base "para que me de fuerzas en el último asalto".
El alcalde y el resto de concejales felicitaron a Miguel Madrid por su trayectoria y le animaron ante su nuevo reto.