Celebramos, un año más, el Día Mundial de la Fisioterapia y constatamos, con prudente cautela, que el trabajo que desarrollan estos profesionales sanitarios en todas las etapas de la vida de cualquier persona es cada vez más visible y valorado por la sociedad en su conjunto.

Es constatable que aún persiste desconocimiento en parte de la población hacia un colectivo sanitario que durante muchos años no ha sido reconocido como se merece, pero el esfuerzo, dedicación y compromiso de estos profesionales en su trabajo diario está dando sus frutos.

Vemos que la sociedad empieza a reconocer y valorar su trabajo, pero… ¿Qué ocurre con las administraciones? Lamentablemente, los datos no dejan lugar a dudas. Su apuesta por estos profesionales en la sanidad pública es todavía manifiestamente mejorable.

El número de profesionales de Fisioterapia colegiados no deja de crecer, según constatan los datos aportados cada año por el Instituto Nacional de Estadística (INE), pero su incorporación en la sanidad pública es muy escasa.

Se estima que solo uno de cada diez profesionales trabaja en un hospital, centro de salud u otro recurso asistencial público. El resto no ven otra salida que prestar su atención en la sanidad privada o de manera autónoma, sin olvidar la opción de emigrar a otros países.

Nuestro servicio de salud no es ajeno a esta realidad. En la Región de Murcia hay en torno 300 fisioterapeutas, repartidos entre Sanidad, IMAS y Educación trabajando en la sanidad pública. Y es que, año tras año, las ofertas de empleo público para este colectivo sanitario son insuficientes. De hecho, en la OPE 2019, 2020, 2021 y Estabilización del SMS solo han salido 9 plazas de Acceso Libre y 3 por Promoción Interna.

Las consecuencias de esta situación son claras. Las personas que necesitan de su atención ven cómo ésta se retrasa durante semanas o meses, lo que puede retrasar su recuperación o, incluso, puede conllevar secuelas que cronifiquen el problema. Su calidad de vida y calidad de vida se resiente durante mucho tiempo lo que afecta, lógicamente, a sus circunstancias laborales, personales y familiares.

Otro aspecto es el aumento de gastos sociales que se generan por estar más tiempo de baja, la automedicación, y las complicaciones de salud que se pueden derivar de la misma. Los gastos sanitarios también aumentan, ya que, cuanto más tarde se atienda a una persona, más crónico será su problema y más sesiones necesitará para revertirlo.

Eso sin contar con el bienestar psicológico de la persona que, aunque no se puede cuantificar, en muchos casos, por la pérdida de funcionalidad y bienestar físico, también se ve afectado.

También esta falta de fisioterapeutas en la sanidad pública obliga a las personas a tener que recurrir a los centros privados, con el consiguiente gasto. Y ello en caso de contar con los recursos económicos que lo hagan posible, algo que todo el mundo no puede permitirse, más si cabe en un contexto de persistente subida de los precios de los bienes de consumo, hipotecas…

Necesitamos una apuesta decidida por la Fisioterapia por parte de nuestros responsables sanitarios públicos y desde SATSE será un objetivo prioritario en este nuevo curso político que acaba de comenzar. Lo seguiremos reclamando en las mesas y órganos de negociación y en nuestros contactos con el consejero de Salud en funciones, Juan José Pedreño.

Continuaremos defendiendo que son profesionales sanitarios con mucho que aportar y mejorar en nuestro sistema sanitario, el actual y el futuro. No podemos olvidar que nuestra sociedad reclama cada vez más su atención. Además del envejecimiento progresivo de la población, los problemas (lesiones, problemas osteomusculares, postoperatorios…) a los que estos profesionales pueden dar solución van en aumento.

Queremos un Servicio Murciano de Salud que responda a todas las necesidades de las personas y en cualquier momento de su vida y los fisioterapeutas son absolutamente imprescindibles para ayudar a vivir más y mejor.

Los fisioterapeutas educan, previenen y actúan... Hoy, Día Internacional de la Fisioterapia, y siempre.

Pablo Fernández, secretario del Sindicato de Enfermería, SATSE, en Murcia.