Los dolores musculares son una de las causas más frecuentes de consulta médica o en farmacias, y que más número de españoles sufren, no solo en algún momento del año, si no de forma recurrente, y es que, según datos que maneja DosFarma , un 90 % de los españoles han sufrido dolores musculares en el último año y siete de cada diez lo padecen regularmente. Una patología, que, además, se acentúa en los meses de invierno debido al frío, que hace que los músculos se contraigan más, y que el dolor se intensifique.
El dolor muscular, también conocido como mialgia, no solo afecta a un músculo en concreto, si no que puede afectar al mismo tiempo a varios de ellos, a los tendones, ligamentos y a las fascias, unos tejidos que unen los músculos con los huesos y los diferentes órganos de nuestro cuerpo y se caracteriza por ser un dolor profundo, agudo y constante. Los síntomas más comunes que lo acompañan son: rigidez muscular, entumecimiento, hinchazón, hormigueo y ardor, y en general, no poder hacer movimientos en la zona afectada.
Las lesiones musculares más frecuentes suelen ser las contracturas, contusiones, distensiones, calambres, sobrecargas, espasmos, tirones, esguinces y las roturas o desgarros musculares. Y sus causas son múltiples, los expertos de DosFarma nos muestras cuáles son las más comunes:
1. Práctica de algún deporte
Suele ser una de las causas más comunes y en la mayoría de las ocasiones fácilmente identificable, ya que la lesión se produce cuando estamos practicando algún deporte, debido a la tensión o sobrecarga que se ejerce sobre los músculos al hacer algún esfuerzo físico. Pero, a veces, el dolor muscular no surge durante la práctica del deporte, si no que aparece unas 24 horas después, esto es debido a que durante el esfuerzo se producen desgarros microscópicos en las fibras musculares que son conocidas como “agujetas”.
La mejor manera de prevenir este tipo de dolor muscular es realizar ejercicio regularmente, de esta manera iremos poco a poco fortaleciendo nuestros músculos y articulaciones, además, es fundamental realizar estiramientos antes y después de la práctica deportiva y calentar bien antes de comenzar. Por último, es imprescindible beber abundante líquido durante el día y más, cuando practiquemos ejercicio, ya que con la deshidratación los músculos son más propensos a sufrir lesiones.
2. Pasar demasiado tiempo de pie
Cuando pasamos demasiado tiempo de pie el suministro de sangre a las piernas se reduce considerablemente, provocando dolor muscular. Además, cuando mantenemos una misma posición durante un tiempo prolongado, sin hacer ningún tipo de movimiento, o muy reducido, nuestros músculos se agarrotan y nos duelen. También lo sufre nuestra espalda, la tensión de estar de pie puede provocar dolores lumbares y cervicales.
La solución es bastante sencilla, deberemos movernos, no es recomendable pasar más de 30 minutos en la misma posición, y de vez en cuando sentarnos, de esta manera hacemos que la sangre fluya al mover nuestros músculos.
3. Coger demasiado peso
Cinco de cada diez españoles achacan sus problemas musculares a coger demasiado peso, siendo los hombros, codos y las cervicales las zonas que más sufren estos dolores. Y es que, hay muchos errores que cometemos al coger peso, como colocarlo entre el antebrazo y el codo o doblar nuestra espalda y dejar nuestras piernas estiradas cuando levantamos peso del suelo.
Si estamos haciendo la compra, lo mejor es siempre llevar un carrito que nos ayude a transportar lo que vayamos cogiendo, una vez lo hayamos pasado a bolsas hay que repartir el peso entre ambos brazos y llevarlo pegados al cuerpo. Y al agacharnos a coger algo que pese del suelo, deberemos estar lo más cerca posible del objeto que vayamos a subir, separar y flexionar las piernas doblando las rodillas, al subirlo, hay que tratar de hacerlo lentamente y lo más pegado a nuestro cuerpo posible, y cuando lo hayamos levantado, no inclinarnos hacia delante.
4. Trabajar delante de un ordenador en la misma posición
Muchas personas pasan horas y horas diarias delante de un ordenador, bien sea en una oficina, o teletrabajando, y al final los músculos de nuestro cuerpo lo acaban pagando, una mala postura o una mala utilización del material de trabajo suele producir dolores en antebrazos, muñecas, manos, pies, rodillas, piernas y especialmente, en la espalda.
La posición correcta para estar muchas horas sentado es hacerlo con los pies bien apoyados en el suelo, con nuestros muslos formando un ángulo de aproximadamente 100 grados con respecto al cuerpo, con las rodillas formando un ángulo de unos 90 grados y con nuestra espalda recta y apoyada en el respaldo sin tener el cuello en tensión. Además, nuestros pies deben de estar en una posición cómoda, si esto no es posible, deberemos ayudarnos de un reposapiés. Una buena silla ergonómica que permita regular la inclinación y altura del respaldo es clave.
En cuanto al ordenador, el monitor deberá quedar a la altura de los ojos y a una distancia de unos 60 centímetros de nosotros y siempre deberemos de utilizar una alfombrilla con almohadilla para el ratón.
Es importante hacer pequeños descansos de unos cinco minutos cada hora en los que nos levantemos para estirar un poco las piernas y demos un paseo, además de nuestros músculos, nuestra vista también lo agradecerá.
5. Uso excesivo del móvil
Los españoles pasan usando su móvil una media diaria de unas tres horas y mucho de ese tiempo se dedica a “whatsappear”, lo que provoca tendinitis en los pulgares por la posición forzada que se produce al escribir, y en los dedos índices, ya que al sujetar el móvil reciben una carga excesiva. Y los dedos no son la única parte de nuestro cuerpo que sufre un uso excesivo del móvil, también están provocando dolores de cuello, brazos y espada por las malas posturas al hacerlo.
La mejor solución es ponernos un límite de horas para utilizar el móvil y emplear el tiempo en realizar otro tipo de actividades, además de silenciar las notificaciones cuando estemos ocupados en otras cosas y tratar de hablar en lugar de escribir cuando se trate de algo más urgente, pero eso sí, no apoyando el móvil sobre nuestro hombro y girando nuestro cuello para sujetarlo, ni pasando mucho tiempo con él cogido con una mano, lo mejor es hacer conversaciones cortas o utilizar el manos libres.
6. Mala postura al dormir
Una mala postura al dormir es una de las mayores causas de dolores musculares en cuello y espalda y que suelen convertirse en crónicos si no cambiamos nuestra forma de dormir. En general no debemos dormir boca abajo, ni de lado con los brazos extendidos, ni en postura fetal, las mejores posiciones son boca arriba, a ser posible con una almohada bajo nuestras rodillas o de lado con los brazos doblados y una almohada entre las rodillas. Por cierto, tampoco es conveniente dormir en una de las posturas que, visualmente, más indican “descansar” y es que colocar las manos por detrás de la cabeza como si la sujetáramos suele provocar dolor en los hombros y espalda.
7. Estrés y ansiedad
El estrés y la ansiedad no solo provocan problemas psicológicos, también musculares, cuando estamos bajo presión solemos tensar los músculos de la mandíbula, ojos, cuello, hombros y espalda, algo que al final acaba provocando dolor en la zona. Existen una serie de ejercicios que nos pueden ayudar a relajar estas partes del cuerpo: para la boca es conviene dejar la mandíbula suelta, tal y como hacemos al suspirar, también es muy útil hacer el gesto del bostezo. Para el entrecejo lo mejor es levantar y bajar las cejas unas cinco veces seguidas. Para los músculos del cuello, deberemos mover la cabeza suavemente hacia arriba y abajo y de un lado a otro. En cuanto a los hombros, con los brazos rectos, deberemos subirlos y bajarlos suavemente mientras inhalamos al subir y exhalamos al bajar.
Pero la mejor manera de evitar el dolor muscular por estrés es precisamente evitando estar estresados, cambiando nuestra forma de afrontar el día a día y los problemas, priorizando en nuestra vida y practicando técnicas de relajación, yoga o mindfulness.
8. Algunas enfermedades
El dolor muscular también puede ser un signo de enfermedades como el COVID-19, la gripe, el lupus, la fibromialgia o el cáncer. Por lo que, en caso de que el dolor no desaparezca pasados unos días y sea persistente es conveniente acudir a un especialista que descarte que se trata de alguna enfermedad.
9. Efectos secundarios de algunos medicamentos
Algunos medicamentos tienen estatinas, especialmente los recetados para reducir el colesterol y pueden producir dolores musculares como efecto secundario. Si es nuestro caso deberemos acudir a un especialista para que lo valore y cambie nuestra pauta médica si fuese necesario.
El dolor muscular suele mejorar o desaparecer pasados unos días, pero el proceso se puede acelerar, los expertos de DosFarma nos muestran cuáles son los mejores remedios para que este desaparezca más rápidamente:
- Hacer reposo y evitar hacer algún tipo de ejercicio que empeore la lesión.
- Aplicar frío (hielo o gel con efecto frío) entre uno y tres días después de la lesión durante 15 minutos en la zona dolorida. En caso de utilizar hielo, nunca hay que hacerlo directamente sobre la piel.
- Aplicar calor con compresas calientes, parches o utilizando una manta eléctrica
- Proteger la zona afectada con una venda, cabestrillo, rodilleras, muñequeras y coderas. También utilizar muletas si es necesario.
- Aplicar algún bálsamo, crema o gel que alivie el dolor.
- Masajear el músculo dolorido. Si es posible, acudiendo a un fisioterapeuta.
- Utilizar antinflamatorios o analgésicos para reducir el dolor, pero siempre bajo prescripción médica y el consejo de un farmacéutico.