Ya en el siglo XVIII, el filósofo y antropólogo Ludwig Feuerbach decía, en una de sus obras: “Los humanos somos lo que comemos”. Hoy, esta afirmación está más vigente que nunca. Es más, a través de lo que comemos podemos conseguir impactar de forma positiva o negativa no solo en nuestra salud, sino en el planeta. El sistema alimentario es una pieza esencial en el desarrollo sostenible, y es responsabilidad de todos, gobiernos, empresas y consumidores, avanzar hacia una alimentación más sana y respetuosa con el medio ambiente. Existen muchos proyectos de emprendedores que están apostando por ofrecer alternativas de consumo que aportan un valor añadido a nuestro estilo de vida y al mismo tiempo mejoran el mundo en que vivimos. Aquí tienes algunas de ellas.
Comer sano hoy es tendencia, y por suerte, no parece que vaya a ser una moda pasajera. Poco a poco van aumentando los consumidores que procuran mantener una alimentación saludable que va más allá de las famosas cinco piezas de fruta y verdura al día. Cada vez estamos más concienciados de la necesidad de eliminar de nuestra dieta el exceso de azúcares, grasas saturadas y alimentos ultraprocesados, y vamos hacia una forma de comer más natural, eligiendo productos cultivados en proximidad e incluso aquellos que evitan los envases más contaminantes.
El sistema alimentario es fundamental para el planeta, no solo porque tiene que cubrir una necesidad básica esencial de todo ser humano, sino también porque está directamente relacionado con la salud, la protección del medio ambiente o el desarrollo de las economías locales, entre otros muchos aspectos. Por ello, este año, en el Día Mundial de la Alimentación, la FAO pretende concienciar de la importancia de contar con un sistema alimentario sostenible, alineado con los grandes retos globales de la Agenda 2030, que garantice una dieta saludable al alcance de todas las personas.
Para avanzar hacia ese modelo de alimentación es necesario legislar, que los gobiernos obliguen a las compañías del sector a adoptar una serie de buenas prácticas orientadas al uso adecuado de la tierra y de los recursos hídricos, a evitar los fertilizantes, pesticidas y antibióticos, a reducir la huella de carbono derivada de su actividad, a sustituir los plásticos en sus sistemas de envasado…
También es necesario concienciar a la sociedad de la importancia de elegir bien los productos cuando vamos a hacer la compra, apoyar a los productores locales, evitar el desperdicio de comida, reciclar los residuos generados por los alimentos, mantener una dieta saludable para prevenir enfermedades…
Y además, es importante apoyar el talento y el ingenio de las nuevas generaciones de emprendedores que con sus proyectos consiguen un impacto positivo en el sistema de alimentación, en la sociedad y en el planeta. Afortunadamente, son muchas las nuevas empresas nacidas a partir de una idea para cambiar el mundo a través de lo que comemos o bebemos. Aquí tienes algunas de ellas.
FILANTRÓPICO, el café con valores. Más de 22 millones de españoles toman café a diario, y en nuestro país se consumen unos 18.000 millones de tazas cada año. Esta empresa social, recién llegada al mercado, se ha propuesto convertir el consumo de esta bebida, una de las más consumidas del mundo, en un acto solidario y sostenible. Bajo el lema ‘Juntos dejamos poso’, la compañía ha creado su propia marca de café, que comercializa en bolsas de 60 cápsulas biodegradables compatibles con máquina Nespresso, o de 1 Kg de café molido o en grano. De cada paquete, todos ellos compostables, el 20% de su precio de venta se convierte en una donación directa que va destinada al proyecto social elegido por el consumidor entre una propuesta de proyectos de ONG y Entidades No Lucrativas.
Solo con que el 1% de los consumidores habituales de café eligieran esta marca se podrían conseguir más de 10 millones de euros anuales para financiar proyectos sociales, y se evitarían los residuos de 80 millones de cápsulas de aluminio y plástico no biodegradables y de 800.000 envases no reciclables. Además, el café se importa desde sus países de origen en grano verde, y es aquí donde se tuesta y envasa, generando puestos de trabajo e impulsando las economías locales en nuestro territorio.
NATRULY, alimentación natural sin aditivos. Gran parte de las enfermedades que sufrimos (especialmente en países desarrollados), como la obesidad infantil, la hipertensión, las enfermedades coronarias, etc., están asociadas a modelos de consumo alimentario artificiales impulsados por la industria. La filosofía de esta empresa parte de la idea de cambiar el mundo cambiando lo que comemos: si prestamos más atención al origen y la producción de los alimentos, necesariamente evolucionaremos hacia un consumo global más responsable, y una alimentación más natural, sostenible y responsable llevará a la sociedad a un estilo de vida más saludable.
Para ello, la compañía dedica importantes esfuerzos en I+D para desarrollar productos naturales y honestos con uno mismo y con el planeta, sin aditivos, sin azúcares añadidos, sin gluten y sin edulcorantes artificiales: solo alimentos sanos, ricos en propiedades, procedentes de lo que la naturaleza nos ofrece. Por ejemplo, ha lanzado una gama de chocolates que utilizan la fibra de achicoria como endulzante natural, o una gama de snacks que favorecen el picoteo saludable entre horas. Y siempre eligiendo la opción de envasado más ecológica posible, priorizando la sostenibilidad sobre los costes, y con packaging 100% reciclable.
AUARA, agua para cambiar el mundo. La propia FAO estima que unos 1.200 millones de personas de todo el mundo no disponen de acceso a agua potable, lo que condiciona su salud y su salubridad, su capacidad de cultivar sus alimentos y su desarrollo económico. Las mujeres y los niños de estas comunidades destinan varias horas diarias a caminar en busca de agua con la que abastecer a sus familias, lo que impide su asistencia al colegio o su desarrollo profesional. Para contribuir a mejorar la vida de estas personas, en 2016 nació esta empresa social, que vende agua mineral embotellada y destina el 100% de sus dividendos a construir pozos, tanques de recogida de agua de lluvia y sistemas de saneamiento en estos territorios.
La compañía ha generado ya 86 millones de litros de agua potable que abastecen a más de 60.600 personas de 17 países en vías de desarrollo. Además, ha sido la primera empresa de bebidas española en fabricar todas sus botellas con plástico rPET 100% reciclado y reciclable, dando una segunda vida a residuos que ya existen en nuestro planeta y que tardarían miles de años en degradarse. Desde su nacimiento ha reutilizado 16,7 millones de botellas de plástico, o lo que es lo mismo, 372.000 kilos de plástico, evitando el uso de 622.000 litros de petróleo y sus efectos contaminantes.
VEGAN FOOD CLUB, comida sana y sostenible a domicilio. En Europa ya hay más de 75 millones de personas veganas y vegetarianas. Se considera que la alimentación plant-based, centrada en el consumo de productos de origen vegetal, es una alternativa más saludable que ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares, de obesidad o diabetes. Asimismo, un reciente estudio de la universidad de Oxford sostiene que es la manera más efectiva de minimizar su huella de carbono del consumidor. El sistema alimentario es responsable de un 15% del total de las emisiones a nivel global, y solo la industria cárnica y láctea tienen un impacto superior a la suma de las emisiones generadas por el transporte por carretera, aviación, y navegación juntas, lo que según esta compañía genera una gran oportunidad para emprendedores que quieran acelerar la transición a un sistema alimentario sostenible.
La startup elabora platos de comida vegana, apta para cualquier consumidor interesado en mantener una alimentación sana y equilibrada, y los entrega a domicilio en toda la España peninsular en envases reciclables mediante vehículos no contaminantes. Además, toda la energía que utiliza la empresa procede de fuentes renovables. En sus primeros seis meses de vida ha servido más de 15.000 platos.