Además en la mayoría de los casos recurrimos a los ultra procesados que más que un premio, son un castigo para nuestra salud
Fran Sabal, nutricionista experta en gestión emocional nos da la clave para comenzar a cambiar este hábito y así cuidar nuestro cuerpo y aportarle lo que realmente necesita
Actualmente muchas de nuestras celebraciones y logros, se hacen entorno a la comida, que ha cogido un papel social más importante incluso que el que realmente tiene que es alimentarnos.
Y es que sin darnos cuenta y ya desde pequeños, utilizamos la comida como forma de “premiarnos”, para celebrar, para estar felices, y además consumimos ultra procesados que son los que consiguen hacernos sentir tan bien ya que para nuestro cerebro generan el mismo efecto que las drogas, pero ¿realmente son un premio?
“La principal función de la comida es nutrirnos para así poder vivir, este nuevo rol que le hemos asignado es para complacernos en el corto plazo, sin darnos cuenta de que, a la larga, no estamos manteniendo una relación sana con la misma. Cuando entendemos que su papel fundamental es alimentarnos, y que, por tanto, lo ideal es elegir los alimentos en su estado más naturales y evitar los ultra procesados y refinamos, pensamos entonces: ¿realmente esta comida es un premio o un castigo? La respuesta dependerá si son beneficiosos para nuestro cuerpo o si le está haciendo daño.” afirma Fran Sabal, autora del libro Nutrición Emocional y especialista en gestión emocional.
Y es que cuando trabajamos en la gestión emocional, el auto-respeto y amor propio, y entendemos el lugar que ocupa la comida en nuestras vidas, ya no necesitamos abusar de los alimentos ultra procesados y refinados, porque ya no necesitamos hacernos daño, todo lo contrario, queremos aportar lo mejor a nuestro cuerpo.
¿Cómo podemos comenzar a cambiar estos hábitos?
“La conciencia es la clave. Gracias al mindfulness podemos conectar con nuestro yo, escuchar a nuestro nutricionista interior y descubrir qué es lo que realmente nuestro cuerpo necesita. Todos sabemos que los ultra procesados no son buenos para nuestro cuerpo, entonces ¿por qué vamos a consumirlos? Lo ideal de ser conscientes es que podemos escucharnos y desde ahí elegir lo que realmente es ideal para nosotros” comenta Fran.
En la Escuela de Nutrición Emocional trabajan todos estos temas en profundidad con miles de alumnas en todo el mundo que han conseguido cambiar sus vidas a mejor gracias a la perspectiva de la Nutrición Emocional.