Las mujeres son los que más alergias sufren con un 15,50%, en comparación con el 10,90% de los hombres
Aragón, Castilla La-Mancha y Cataluña son las comunidades con más alérgicos de España frente a Cantabria, País Vasco, Extremadura y Región de Murcia que son las que menos las sufren.
Casi el 13% de los españoles sufre alguna alergia, según el III Estudio de Salud y Estilo de Vida Aegon, que se centra en el análisis del estado de salud, del estilo de vida y de los hábitos y conductas relacionados con la salud y el bienestar emocional de los españoles.
En línea con el año anterior, y en función del estado civil, los solteros y los casados son los que declaran sufrir intolerancias y alergia en mayor medida. No obstante, el porcentaje de solteros que viven con estas patologías (15,30%) han disminuido respecto al año anterior, cuando se cifraban en 18,90%; mientras que el porcentaje de intolerantes o alérgicos solteros se mantiene. Por otro lado, el 90,40% de los divorciados y el 88,30% de los viudos afirma no padecer estos problemas.
Se observa también que, a mejor percepción del estado de salud, menos patologías declaran. Así, casi 9 de cada 10 encuestados con buen estado de salud asegura no tener intolerancias y/o alergias. Por su parte, el 20,20% de las personas con mal estado de salud las padece; a pesar de ello, este porcentaje se ha recudido un 15,13% respecto al año anterior.
Según las comunidades autónomas, se muestra que el 17,80% de los catalanes y manchegos son los que sufren más intolerancias y alergias, frente al 5% de los vascos y al 2,80% de los cántabros que son los que menos en todo el territorio español. Estos últimos son los que menos padecen estas reacciones en comparación con el año anterior. Por el contrario, los baleares son los que más han aumentado en intolerancias y alergias, pasando del 5% de encuestados al 14,30%.
El 41,20% de los españoles es alérgico o intolerante a la lactosa. Se observa un crecimiento del 8,42% de los encuestados con respecto al año anterior. En segundo lugar, se encuentra la alergia o intolerancia a los frutos secos, con un 15% de los encuestado que dice padecerla (en línea con el año anterior). Sorprende que el aumento del porcentaje de alergia e intolerancia a las legumbres, que pasa del 1,70% al 9,70%. También crece el número de españoles alérgicos e intolerantes a los cereales (3,80% vs. 5,80%).
Si bien las principales intolerancias y alergias en hombres y mujeres son las mismas en líneas generales, un porcentaje de hombres (36,40%) menor al promedio es intolerante o alérgico a la lactosa y de mujeres (10,50%) a los frutos secos. Por encima del promedio, se encuentra el 19,30% de hombres que son alérgicos o intolerantes al marisco y el 8,20% de las mujeres alérgicas al huevo.
Respecto a las generaciones, los baby boomers confiesan ser intolerantes o alérgicos a la lactosa (53%), al marisco (16,20%), al huevo (14,60%) y a los cereales (8,60%) por encima del promedio. La generación X lo es a los frutos secos (20,30%), a las legumbres (13%), a la fruta (12,20%) y al huevo (9,60%). Por encima del promedio, también se encuentra el 16,30% de los millennials con intolerancia y/o alergia a las legumbres, y el 11,40% y 8,90% de estos que tampoco toleran el pescado ni los cereales. Por su parte, el 42,10% y el 20,30% de lo jóvenes de la generación Z sufren intolerancia y/o alergia a la lactosa o al gluten por encima del promedio.
Por último, y en relación con las regiones del territorio español, la intolerancia y/o alergia a la lactosa es padecida por más de la mitad de los andaluces (58,80%) y madrileños (55,60%) encuestados, así como por el 100% de los cántabros. Sobresale también el número de intolerantes y/o alérgicos al huevo y al marisco (33,30% en ambos casos) de murcianos sobre el resto de CC.AA. Además, las Comunidades de Navarra (66,70%) y La Rioja (33,30%) son las que menos toleran las legumbres y el gluten, respectivamente.
Los expertos de Aegon, dentro del marco del Día Mundial de la Alergia, señalan la importancia de acudir siempre a un profesional antes de diagnosticar cualquier posible alergia o intolerancia por nuestra cuenta. El seguimiento de una alimentación incorrecta y sin control médico puede llegar a complicar el cuadro clínico, entre otros efectos de riesgo que el autodiagnóstico pueda ocasionar en la salud de las personas.