Pero, ¿alguna vez has consultado tus dudas con un profesional médico? The Test te ayuda a resolver los enigmas más virales

La eyaculación precoz es una de las disfunciones sexuales más frecuentes en hombres. Más del 80% lo ha sufrido alguna vez, y entre el 25% y el 40% se ve afectado por ella en algún momento de su vida, ocasionando complicaciones personales.

Se considera eyaculación precoz a la que se produce en menos de dos minutos tras la penetración. Los mitos alrededor de esta disfunción han existido desde siempre, desde el boca a boca, a los “bulos” acrecentados desde el surgimiento de internet. Desde Clínicas The Test nos explican cómo distinguir la realidad y la ficción de estas seis cuestiones, las más escuchadas sobre la eyaculación precoz:

1. La eyaculación precoz es principalmente psicológica.

Si bien es cierto que el factor psicológico es muy fuerte en la eyaculación precoz, no debemos caer en este cliché. Hay muchas causas biológicas y físicas importantes que se deben tener en cuenta como, por ejemplo, la hipersensibilidad en el pene.

La eyaculación precoz debe tratarse desde un punto de vista médico, con tratamientos que promuevan un mayor control del reflejo eyaculatorio y ejercicios que normalicen la hipersensibilidad del glande.

2. La eyaculación precoz afecta en su sobre todo a hombres jóvenes.

En base a la experiencia de Clínicas The Test, suele presentarse con regularidad en edades tempranas, muchas veces ligado a la ansiedad y a la presión social, aunque también es bastante común en pacientes de mayor edad que vienen arrastrando la eyaculación precoz durante toda su vida.

Desde un punto de vista psicológico, la educación sexual tan escueta que hasta ahora han recibido los jóvenes, hace que esta disfunción sea más sufrida entre edades tempranas, dando lugar a situaciones de miedo y ansiedad hacia la sexualidad. Es importante mencionar también que las personas de mayor edad tienen una educación sexual más marcada por ese miedo y vergüenza.

3. Distraerse y hacer cálculos mentales ayuda a alargar el tiempo hasta llegar a la eyaculación.

Sí, puede ayudarte a retrasar la eyaculación, pero ¿a qué precio? Este método no ayuda a poder disfrutar de las relaciones placenteras, que es, al fin y al cabo, para lo que tenemos la sexualidad. Desde un enfoque médico, pacientes de Clínicas The Test aseguran que esta técnica no es muy efectiva y que genera mayor ansiedad.

4. La masturbación previa al encuentro sexual ayuda a controlar la eyaculación.

Si te apetece masturbarte por placer, ¡hazlo! Pero no lo hagas para evitar una situación posterior. Se ha demostrado que, en pacientes jóvenes, la segunda eyaculación no se llega a controlar. En las relaciones sexuales hay muchos más estímulos (humedad, contacto, presión) que en la masturbación, lo que hace que la masturbación previa no sea eficaz en este sentido.

5. La eyaculación precoz no se puede controlar.

Desde la parte psicológica, la eyaculación es un reflejo. Controlar un reflejo es complicado, aunque se puede entrenar con herramientas que ayuden a controlar ese miedo al fracaso, ayudándote a disfrutar. Cuanto más quieras controlar algo en la sexualidad, menos lo conseguirás. Esa es la paradoja.

Desde un punto de vista médico, la eyaculación precoz sí que puede controlarse a través de fármacos orales o terapias conductuales. Los resultados superan el 95% de satisfacción entre los pacientes.

6. La eyaculación precoz no tiene solución.

Sí la tiene, siempre que se busque ayuda. Los pacientes de mayor edad que visitan Clínicas The Test suelen arrastrar esta situación desde jóvenes, acarreando con consecuencias como una mala calidad de vida o problemas con su pareja. Eso sí, solucionar una disfunción como la eyaculación precoz requiere dedicación, esfuerzo y salirnos del foco establecido que tenemos en nuestra educación sexual.

Otras causas o motivos de la eyaculación precoz

Analizamos también los motivos más comunes por los que se suele producirse:

• Un alto altruismo sexual: Es decir, estar demasiado pendientes del placer del otro y muy poco en el nuestro, de manera que solo se enfoca el placer en el pene y los genitales.

• El coitocentrismo: Ignorar todas las otras partes que pueden proporcionarnos placer y focalizarnos solamente en pene y genitales.

• Un mal aprendizaje de la masturbación: La poca naturalidad con la que se trata la masturbación, llevándolo a lo prohibido y vergonzoso, hace que se genere una sensación de alerta para que el momento pase rápido. Todo esto hace que las futuras relaciones sexuales se vivan de la misma manera.

• Por último, anticiparse: Pensar en la penetración mientras se realizan otras prácticas nos lleva al mismo problema al poner el foco en el pene.