300 millones de personas sufren depresión en el mundo. En España afecta a más de 2 millones de personas, según datos de la OMS.
La depresión es más del doble en mujeres (9,2%) que en hombres (4%), según datos de la Encuesta Nacional de Salud de 2017.
Los más pequeños también pueden sufrir depresión: la OMS calcula que un 2% de los niños de 6 a 12 años la sufren. Aumentando del 4 al 6% en el caso de los preadolescentes de 12 a 14 años.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la depresión como un trastorno de salud mental que se caracteriza por la presencia de "tristeza, perdida de interés o placer, sentimientos de culpa o falta de autoestima, con afectación al sueño o el apetito, sensación de cansancio y falta de concentración" que se mantiene en el tiempo. Este trastorno puede afectar al desarrollo del día a día de las personas que la sufren, afectando al su desempeño laboral y académico y dificultando en gran medida el desarrollo de tareas básicas.
La depresión afecta a 300 millones de personas en el mundo. En España más de 2 millones la padecen, según datos de la OMS.
Durante el confinamiento, el 43% de la población ha experimentado sentimientos depresivos. A partir de toda la crisis vivida por el covid-19, la Sociedad Española de Psiquiatría Biológica calcula que los trastornos depresivos pueden aumentar hasta un 20%, llegando a ser el principal problema de salud mental en 2050.
Olimpia Bohiges, psicóloga de Ita Previ Alicante, explica que "para el diagnóstico de la depresión, la persona debe experimentar 5 o más de los siguientes síntomas durante 2 semanas: estado de ánimo depresivo la mayor parte del día, perdida de interés por actividades que antes nos gustaban, pérdida o aumento de peso, insomnio o hipersomnia, problemas de concentración, sentimientos de culpabilidad, pensamientos suicidas, agitación, fatiga o perdida de energía".
La depresión no es un trastorno mental que solo sufran adultos. "Menos de la mitad de los niños y adolescentes que sufren depresión son diagnosticados correctamente. Se suele minimizar los síntomas por parte de los padres, incluso confundiéndolos con comportamientos propios de la etapa vital infantil o adolescentes" afirma Ester Ricós, psicóloga de Ita Argentona. "La depresión infantil es una enfermedad psiquiátrica que suele pasar desapercibida y el trastorno del ánimo más frecuente en la infancia y adolescencia. No se trata de un mito sino de una enfermedad cuya prevalencia va en aumento", explica la psicóloga.
La OMS calcula que un 2% de los niños de 6 a 12 años sufren depresión. Aumentando del 4 al 6% en el caso de los preadolescentes de 12 a 14 años.
El diagnóstico temprano y la actuación en fases iniciales del trastorno es básico para garantizar el éxito del tratamiento, disminuyendo el impacto del trastorno en la vida diaria de los niños y adolescentes.