La psicóloga clínica Julieta Araoz analiza dos escenarios posibles: una vuelta presencial, donde el alumnado se enfrentará a una realidad marcada por las medidas de seguridad; y una vuelta virtual, que provocaría un impacto psicológico en los más pequeños Madrid, 28 de agosto de 2020 La comunidad educativa al completo; el profesorado, el alumnado y sus familias, y el resto de personal de los centros, tienen ante sí el desafío de afrontar la vuelta al colegio con la incertidumbre generada por el nuevo escenario que ha dibujado el COVID19.
Los psicólogos alertan de que, tras muchos meses de desconexión del entorno escolar, el desconocimiento de las nuevas normativas, el miedo, y la necesidad de una readaptación a la "nueva normalidad" pueden generar situaciones de estrés que agraven la salud emocional de los niños y la convivencia familiar.
La psicóloga clínica Julieta Araoz, directora del centro de referencia Psicólogos Majadahonda, en Madrid, analiza dos escenarios posibles.
En primer lugar, si se trata de una vuelta totalmente presencial, el alumnado se enfrentará a una nueva realidad desde el primer día, marcada por las medidas de seguridad adoptadas por cada Comunidad Autónoma.
Clases presenciales frente a clases virtuales En este contexto, muchos niños se verán afectados ante una situación totalmente nueva, pues no será posible que vuelvan a las rutinas a las que están habituados en la escuela.
Los alumnos más pequeños tendrán que cumplir con una serie de medidas de higiene, guardar la distancia de seguridad, y no podrán practicar muchos de sus juegos favoritos.
Muchos de ellos, además, tendrán que llevar mascarilla, y toda la situación, en su conjunto, puede afectar a su bienestar emocional, por lo que será fundamental contar con estrategias que puedan ayudarles a gestionar de la mejor manera posible sus emociones.
El segundo de los escenarios posibles sería la imposibilidad de volver al colegio de manera presencial.
El impacto psicológico de esta medida ya pudimos verlo durante el confinamiento provocado por el Estado de Alarma, entre los meses de marzo y junio (dificultades de concentración, problemas de organización y gestión del tiempo, irrritabilidad, cambios comportamentales, intolerancia a la frustración...).
Si llegáramos a este punto, resultaría fundamental que, tanto los profesores como las familias, priorizasen la atención a las emociones de los más pequeños de la familia para garantizar su bienestar emocional.
Cinco medidas clave para una mejor ‘vuelta al cole’ La psicóloga clínica Julieta Araoz propone cinco soluciones para mejorar la adaptación y la salud emocional de los más pequeños en la que será su vuelta al cole más atípica y extraña, debido a las medidas sanitarias y de control a consecuencia del COVID19.
1. Atención de las familias y del profesorado ante cambios significativos en la motivación, en el ánimo, o en el comportamiento de sus hijos, considerando si fuese necesario acudir a un profesional que pueda apoyar y acompañar a las niñas y niños en el proceso emocional que están viviendo.
2. Las familias deberán explicar a sus hijas e hijos la nueva situación que se van a encontrar, y para ello tendrán que informarse en los colegios para saber cómo van a llevar a cabo la vuelta a las aulas, antes de comenzar las clases.
Dar información a los pequeños les ayuda a encontrar seguridad y contención, y les genera una sensación de control mayor a si no disponen de tal información.
3. Las familias pueden buscar apoyo en centros de psicología en los que tengan desarrollado un programa para ayudar a gestionar las dificultades que se están encontrando en la educación de sus hijos y en su relación con ellos.
4. Sería muy recomendable que los colegios e institutos incorporen en su equipo psicólogos o expertos en educación emocional, teniendo en cuenta el gran impacto que la nueva situación puede tener en la conducta y el estado de ánimo de los niños y adolescentes.
En caso de que no lo hiciesen, las familias pueden buscar el apoyo de estos profesionales de manera externa antes de que sea tarde.
5. Petición por parte de las familias, y a través de las Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos (AMPAS), de programas reglados de educación emocional en los colegios, ya sea a nivel presencial, si se puede, o de modo virtual, si no hubiese otra posibilidad.
Julieta Araoz es psicóloga clínica sanitaria, mediadora familiar, terapeuta de pareja y tiene un Máster Sanitario en Práctica Clínica.
Se ha formado en Orientación cognitivoconductual, en Psicoterapia Humanista, Mindfulness, así como en Inteligencia emocional.
Posee más de diez años de experiencia clínica, en el tratamiento de personas con enfermedades mentales graves: trastornos de la personalidad, trastornos depresivos severos, esquizofrenia, ansiedad, duelo, disociación, entre otros