Los cuadros infecciosos de los niños comienzan desde edades muy tempranas hasta acabar la escuela. Desde la guardería hasta que acaban el colegio empiezan a experimentar los diferentes virus y bacterias que provocan sus primeras enfermedades: resfriados, gripes, enfermedades intestinales, etc
La mayoría de los padres se preguntan si a los niños que se enferman les falta algo o tienen las defensas bajas, sin embargo, esto es lo más común ya que los niños se rodean continuamente de bacterias y virus, sobre todo cuando juegan.
El 70% de las conjuntivitis, las gastroenteritis y las gingivitis, por ejemplo, se deben a causa del contacto directo con objetos sucios de secreciones fecales y orales que producen contagios. Es importante mantener una buena limpieza de los objetos que suelen tocar los niños (juguetes, por ejemplo) y que pueden haber tocado otros niños enfermos. Cosa que es muy común en guarderías y escuelas. También es cierto que la mayoría de las alergias que padecen los niños se deben a causa del polvo que inhalan.
Los juguetes de los niños suelen estar casi siempre repartidos por toda la casa, por el suelo, en la cocina para entretenerse mientras comen, en el baño para jugar mientras se bañan, o por todos los rincones de la guardería, a merced de todas las manos y de partículas de polvo, virus y bacterias. Es importante mantener una buena limpieza y orden de los juguetes de los niños. Mientras los niños son bebés y están en la fase oral en la que se lo llevan todo a la boca, es fácil limpiar estos juguetes. Sin embargo, a medida que van creciendo la cantidad de juguetes va aumentando.
Lo primero que hay que hacer es clasificar los juguetes según el material del que estén hechos. Si el juguete es un peluche lo mejor será lavarlo con productos de limpieza típicos: detergente suave a una temperatura inferior para evitar que el peluche pierda suavidad. Si el peluche tiene algún motor o pilas, es mejor lavarlo a mano. Si se trata de un juguete de plástico, se pueden meter en el lavavajillas con un ciclo de lavado normal.
Si se trata de un juguete de madera o metal la cosa cambia. Para que estos juguetes no se estropeen es mejor utilizar un jabón neutro y limpiarlos con agua templada. En caso de juguetes pequeños lo mejor será utilizar un cepillo de dientes y frotar hasta que la suciedad desaparezca. Es importante lograr que los juguetes de los niños se mantengan limpios ya que los niños podrán disfrutar de ellos sin que supongan un peligro o sean perjudiciales para ellos. Además, de esta manera, los juguetes durarán más tiempo.