Hace unos días se volvía a publicar una noticia, nada reciente, referida al procesamiento del ex Alcalde de Villanueva del Segura, localidad del Valle de Ricote y de un ex Concejal de Archena, ambos del PP, todo ello como consecuencia de investigaciones que se habían iniciado en el 2013, al menos.
En estos momentos de redes sociales en los que las noticias duran un plis plas, porque unas se solapan a otras y esa inmensa velocidad de información deja, a mi juicio, poco espacio/tiempo a la reflexión, lo cual imposibilita un análisis adecuado de las situaciones.
Y un análisis no significa un juicio de valores, mucho menos un juicio legal, que ese se sustancia en otras instancias. Un análisis, una pequeña reflexión, una comparativa…. necesita un tiempo que dedicarle y hacerlo permite fijar o ampliar el foco del origen de los problemas.
Se califica a la política y a los políticos, casi como el “MAL”, lo pongo en mayúsculas acentuando su connotación de maldad…. la política (y con ella los políticos) es mala, es falsa, es traidora…la política? Como si fuera un ente abstracto, que funcionara sin actores necesarios de cada una de las situaciones malas, buenas, regulares, inocuas, dañinas, originales, burdas… que se suscitan en la sociedad pequeña, mediana o grande donde se desarrollan.
El hoy ex Alcalde de Villanueva (por ejemplo) aunque podría ser cualquier otro ex de cualquier otro municipio o incluso país, habrá visto bajar de manera considerable su agenda de amigos, conocidos o contactos. En otro tiempo pocas cosas se movían sin que el Alcalde, diera su visto bueno, fuera consultado o mediara en todo tipo de gestiones municipales, públicas, privadas o medio pensionistas que generaran ingresos en el Valle de Ricote. Pocos Ayuntamientos estarían en gestorías que no fueran las suyas, es decir, necesitaran si o si el asesoramiento para sus municipios…. Y esto que quiere decir? Pues simplemente me refiero a com-pli-ci-da-des.
Me refiero a que no hay falsedades, maldades, corrupciones, corruptelas, acciones carentes de ética y valores que puedan hacerse sin la complicidad activa de muchos y complicidad de omisiones de muchos más.
Mi invitación a reflexionar a todos aquellos que en su día colaboraron en que esas acciones se produjeran aunque no cometieran ningún “ilícito penal punible”, para recordarles que colaboraron en ese clima de impunidad que ha llevado a algunos ante los tribunales.
Porque necesitamos y merecemos una sociedad y una política basada en la honestidad, en la ética, en valores, en la justicia social, porque necesitamos a personas con esos principios en la política.
Porque otra política es posible y eso depende también de ti.