El boletín informativo 'Promopreve' ha publicado un monográfico sobre las consecuencias de este consumo
La Consejería de Salud recuerda que evitar el consumo de alcohol es la mejor forma de prevenir diversas enfermedades, entre ellas, varios tipos de cáncer, incluidos los de mama y colon.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el alcohol está relacionado con más de 200 enfermedades, entre ellas al menos siete tipos de cáncer, y su consumo se considera responsable directo del 8,8 por ciento (casi 1 de cada 10) del total de muertes en Europa. Además, a pesar de estos graves riesgos para la salud y sus consecuencias perjudiciales, menos de la mitad de la población europea es consciente de la relación entre el alcohol y el cáncer.
El viernes, día 15 de noviembre, se celebra el Día Mundial sin alcohol para recordar y difundir los riesgos asociados al consumo de alcohol y cómo prevenirlos.
La OMS para Europa ha lanzado una nueva campaña regional para cerrar esta brecha de información, y la Consejería de Salud se suma a ella mediante la difusión de un boletín monográfico 'Promopreve' de prevención de la salud con las últimas investigaciones sobre los impactos del alcohol en la salud.
La campaña 'Redefinir el alcohol' hace un llamamiento a la reflexión sobre la relación personal y social con el alcohol, e insta a reconsiderar el papel de esta sustancia en la vida diaria, las celebraciones y las tradiciones, ya que "tomando conciencia sobre los riesgos para la salud y los peligros del consumo de alcohol podemos escoger opciones más saludables", explicó el director general de Salud Pública, José Jesús Guillén, quien resaltó que "entre otros beneficios, reducir el consumo de alcohol puede mejorar la memoria, el aspecto, las relaciones sociales, la calidad del sueño y disminuir el riesgo de desarrollar cáncer".
Tal y como lo define la OMS, el alcohol es una sustancia psicoactiva que en un primer momento puede dar sensación de euforia, pero después genera un efecto neurodepresor del sistema nervioso central y su consumo continuado puede desencadenar dependencia. Es responsable de una de cada 11 muertes en Europa, lo que significa que la muerte resultante del consumo de alcohol es casi tres veces más común en la Región Europea de la OMS que en el resto del mundo.
Guillén añadió que "existe una relación directa entre la cantidad de alcohol consumida y el riesgo de desarrollar la enfermedad o morir a causa de ella: cuanto más alcohol se bebe, mayor es el riesgo". Este riesgo es acumulativo, por lo que cuanto más tiempo se consume, mayor es la probabilidad de desarrollar cánceres relacionados con el alcohol, como los de mama, colon, hígado, boca, garganta y esófago.
Menos consumo
Las principales sustancias consumidas en 2022 en la población entre 15 y 64 años de la Región son el alcohol y el tabaco, según las conclusiones de la Encuesta sobre Alcohol y Drogas en la Región de Murcia (Edades 2022), si bien este estudio revela que el consumo diario de alcohol ha disminuido, al pasar de un 13 por ciento en 2020 a un nueve por ciento en 2022.
La Consejería desarrolla intervenciones educativas como el programa 'Argos' de prevención del consumo de alcohol, tabaco y cannabis de la Región de Murcia (programa reconocido como buena práctica por la Comisión Europea). Esta iniciativa se dirige a la población adolescente de 1° y 2° de ESO a través de los centros educativos. Instituciones y profesionales de educación, sanitarios y entidades locales coordinan sus esfuerzos para que los menores tengan una vida sana, alejada del alcohol, tabaco y otras drogas.
Asimismo, en los últimos años, ha lanzado dos campañas de sensibilización, una para la prevención del Trastorno del Espectro Alcohólico Fetal (TEAF) y otra para acompañar y apoyar a la mujer embarazada en la prevención del TEAF. El TEAF es un término general para una serie de defectos congénitos que incluyen discapacidades físicas, mentales, conductuales o de aprendizaje con posibles implicaciones de por vida y que, a diferencia de muchas otras discapacidades, son cien por cien evitables si la mujer no consume alcohol durante su embarazo.
Asimismo, consumir alcohol afecta negativamente a la salud mental, aumenta el riesgo de desarrollar problemas de esta índole, como la depresión y la ansiedad y empeora las afecciones existentes. Puede provocar cambios de humor, comportamiento impulsivo y elevar el riesgo de autolesión y suicidio y alterar los patrones de sueño, así como afectar el funcionamiento social y laboral.