El proyecto continuado de cooperación internacional, en el que también colabora la Fundación Palliri, ha beneficiado a más de 4.000 personas con alto grado de vulnerabilidad en los últimos tres años
La colaboración continuada entre la Consejería de Presidencia, Portavocía, Acción Exterior y Emergencias, a través de la Dirección General de Acción Exterior y Cooperación, y la Fundación Ayuda Desarrollo Educación (FADE) ha supuesto en los últimos tres años un beneficio para 4.110 personas que residen en el Alto (Bolivia).
Esta labor de cooperación internacional, en la que también participa otra entidad originaria de la Región, la Fundación Palliri, ha sido fundamental para mejorar la educación y la salud de menores y mujeres en riesgo de exclusión social, especialmente afectados por la pandemia de Covid-19.
Este proyecto se llevó a cabo en 2022 y permitió cubrir las demandas y necesidades de más de 400 menores y 600 padres y madres de la ciudad de El Alto para superar las consecuencias de la crisis sanitaria.
Así se puso de manifiesto en la reunión mantenida hoy por el consejero de Presidencia, Portavocía, Acción Exterior y Emergencias, Marcos Ortuño, con la directora de Fundación FADE, María Solís, con el objetivo de analizar las acciones realizadas por la ONG con ayuda de las subvenciones aportadas por el Gobierno regional, cuya cuantía ascendió a 80.000 euros desde 2021.
La alianza estratégica entre ambos hizo posible ejecutar el año pasado un proyecto de fortalecimiento del programa de formación y producción textil Palliri para la mejora de las condiciones socioeconómicas de las comunidades vulnerables en esta zona de Bolivia.
La Fundación Palliri puso en marcha esta iniciativa con apoyo financiero de la Comunidad en 2009 y en la actualidad cuenta con una empresa de producción textil, una tienda y un proyecto formativo para capacitar profesionalmente a jóvenes y adultos con alto grado de vulnerabilidad. En este proyecto han participado 1.130 personas, de ellas, 633 mujeres.
El tercer programa que está desarrollando la Fundación FADE este año se dirige al fortalecimiento de la comunidad educativa y promover la resiliencia, que alcanza a más de 790 beneficiarios directos y 1.190 indirectos..
El consejero, Marcos Ortuño, subrayó la labor que “estas dos fundaciones de raíces en la Región están haciendo realidad en una comunidad tan necesitada de ayuda y apoyo internacional” como la de El Alto. Por eso, cuentan con el apoyo del Gobierno regional para continuar “generando un impacto muy significativo en la educación a corto, medio y largo plazo, porque es el camino para construir un futuro de mayor prosperidad especialmente para los niños y jóvenes”.
Además de estos proyectos de cooperación internacional, Fundación FADE ha contado con el apoyo de la Comunidad para otras actuaciones en el ámbito de la educación y sensibilización dirigidas a profesores y alumnos de Primaria y Secundaria de la Región.
Veinte años de voluntariado
La Fundación FADE nació en 2004 como una iniciativa de ciudadanos que desean mejorar la calidad de vida de las personas en situación de vulnerabilidad a través del voluntariado, bolsa de empleo para mujeres, formación gratuita y cooperación al desarrollo.
En 2023 pusieron en marcha 13 proyectos locales y cuatro proyectos de cooperación al desarrollo, con el apoyo de donantes, financiadores, colaboradores, equipo técnico y voluntarios.
De ellos se beneficiaron 267 mujeres en desventaja social, 200 familias, 3.699 personas mayores, enfermas o en situación de soledad, así como 71 menores atendidos en el refuerzo socioeducativo. También a través del programa de Cooperación al Desarrollo, realizaron proyectos en India, Kenia, Congo y Bolivia.
