El Grupo Parlamentario Popular, a través de una moción en la Asamblea Regional, exige al Gobierno que proteja, promocione y apoye la apicultura como actividad prioritaria en la política agrícola y ganadera de España.
Del mismo modo, esta iniciativa también recoge la necesidad de adoptar medidas que fomenten el consumo de productos apícolas nacionales, a través de campañas de promoción y etiquetado que destaquen la calidad y beneficios para la salud; la implementación de políticas que protejan a los apicultores nacionales de la competencia desleal de productos importados, garantizando un marco normativo que favorezca la comercialización de los productos de apicultura españoles; y la sensibilización a la población sobre la importancia de la apicultura y el consumo de productos apícolas nacionales, a través de actividades de divulgación y concienciación.
La diputada María Luisa Ramón, precursora de esta moción, ha recordado que "las abejas cumplen un rol fundamental en la agricultura, el equilibrio ecológico y la preservación de la diversidad", así como que "la polinización es esencial para que las plantas en flor produzcan cualquier tipo de semillas y de frutas".
Las abejas son insectos polinizadores altamente eficaces debido a que tienen el cuerpo lleno de pelos que recogen fácilmente miles de gránulos de polen cuando entran en una flor, visitan solamente una especie de flor durante cada uno de sus viajes y, también, recogen cantidad suficiente de polen para su propio alimento y también para las necesidades de la colonia. En una sola jornada, una abeja puede visitar miles de flores de una misma especie, esparciendo gránulos de polen por todas las flores.
"La adecuada polinización no sólo aumenta el rendimiento, sino que también mejora la calidad de la fruta", ha señalado Ramón, es por ello que "la desaparición de la abeja polinizadora o la disminución considerable de su cantidad supondría una pérdida para la diversidad y calidad alimentaria", y es que "la tercera parte de los alimentos consumidos por el hombre son polinizados por insectos, fundamentalmente abejas".
Lamentablemente, "las prácticas intensas en la agricultura disminuyen el número de polinizadores naturales, incrementando paradójicamente la necesidad de estos", ha explicado la diputada.
Los campos extensos incrementan la necesidad de polinización, mientras que una cosecha está floreciendo, sin embargo, disminuye la capacidad de la población de insectos locales de polinizar adecuadamente.