El Gobierno regional y la Generalitat Valenciana unen esfuerzos para llevar a cabo actuaciones de recuperación y conservación del medio ambiente. Así quedará plasmado en un Memorando de Entendimiento que el consejero de Medio Ambiente, Universidades, Investigación y Mar Menor, Juan María Vázquez, y el conseller de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio de la, Vicente Martínez, han acordado hoy y que firmarán en breve.
El documento establecerá unos principios de colaboración en relación al cuidado ambiental, la sostenibilidad y el cambio climático, "aunando esfuerzos hacia un liderazgo en clima, sostenibilidad, e innovación ambiental abierta", puntualizó Juan María Vázquez.
"La colaboración se plasmará en actuaciones en áreas como la gestión de hábitats y de especies, los programas de educación y sensibilización ambiental, la investigación y la monitorización o la colaboración en la búsqueda de financiación y recursos para llevar a cabo los proyectos buscando la eficiencia y la coordinación", dijo el titular de Medio Ambiente regional.
Ambos gobiernos ya trabajan conjuntamente en programas de recuperación y conservación de ecosistemas y la biodiversidad, tales como el proyecto Europeo Life Cerceta Pardilla y el programa Territorio Tortuga, con el apoyo añadido en los procesos de Head-starting, acciones que permiten la cría en cautividad temporal de las tortugas neonatas de cada nido para aumentar su supervivencia y probabilidad de retorno a las playas de nacimiento una vez superado el primer año, y el propio seguimiento técnico de la especie. Asimismo, se están diseñando los corredores ecológicos que permitirán conectar espacios naturales entre ambas comunidades autónomas.
Ambos consejeros visitaron el Mar Menor y Vázquez mostró a su homólogo valenciano el sistema de monitorización con que cuenta el ecosistema.
Nido con vigilancia 24 horas y control de temperatura
Los responsables de Medio Ambiente también visitaron la instalación balizada donde se encuentran los 92 huevos de tortuga boba, que está compuesta de un cercado de madera y una red de seguridad, con vigilancia y monitorización permanente mediante sensores de temperatura Bluetooth, que protege los huevos a la espera de su eclosión. El nido está ubicado en el kilómetro 15 de la playa de La Manga.
Juan María Vázquez adelantó que "el nacimiento de los ejemplares está previsto para la segunda quincena de septiembre, tras 60-62 días de incubación" y recordó que, aunque la puesta fue de 101 huevos, "nueve se llevaron para su incubación controlada al Centro de Recuperación de la Fauna Protegida (CRFS) de El Valle".
Los neonatos se trasladarán inicialmente, en función del número, a las instalaciones del Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Medioambiental en San Pedro del Pinatar y al Oceanografic de Valencia, donde permanecerán un año para asegurar la supervivencia cuando sean liberados en el mar.
Vázquez y Martínez, acompañados por el alcalde de San Javier, José Miguel Luengo, comprobaron las protecciones del nido traslocado, con una valla perimetral de 3,2 metros de lado en madera y redes y sin elementos metálicos para evitar interferir en el sentido de la orientación de las tortugas, que usan el magnetismo terrestre. El consejero Vázquez recordó la experiencia en la instalación de este tipo de infraestructura del CRFS de El Valle.
Asimismo, en el cercado se ha instalado una pequeña puerta de acceso para los técnicos de 'Territorio Tortuga'. Vázquez resaltó que "tiene un componente subterráneo y una cubierta para prevenir intrusiones de depredadores". Además, los huevos, colocados entre 30 y 60 centímetros por debajo del nivel de la arena de superficie, cuentan con dos termómetros que controlan de forma constante la temperatura, y envían en tiempo real sus datos a los técnicos del Centro de Recuperación de El Valle.
En el operativo para vigilar el nido las 24 horas participan Protección Civil de San Javier, agentes medioambientales y voluntarios de 'Territorio Tortuga', mientras que la Policía Local de San Javier y el resto de las fuerzas y cuerpos de seguridad también hacen rondas de inspección y vigilancia constantes.
La anidación se produjo apenas un mes después de la liberación en Isla Plana de 51 ejemplares nacidos en 2023. Desde 2019, se han registrado 125 nacimientos de tortugas bobas en la Región, de las que 118 se han devuelto a su medio, todas con chips identificadores, y la última veintena con emisores de geolocalización GPS para estudiar sus hábitos migratorios.