En PAREM denunciamos que el Arraigo para la Formación es más un calvario que una oportunidad tanto para personas migrantes como para empresarios.
Desde que entrara en vigor la Reforma del Reglamento de Extranjería, el pasado 16 de agosto de 2022, hasta abril de este año, sólo se han presentado 77.683 solicitudes de las cuales apenas 3.702 se han resuelto favorablemente.
Los tiempos de espera y la complejidad del entramado burocrático no son los únicos obstáculos con los que se encuentran tanto las personas migrantes como las empresas a la hora de conseguir contratación necesaria y cualificada.
Después de una media de 10 meses de espera y de entramados burocráticos, incluyendo la formación reglada de mínimo 320 horas, las personas migrantes que por fin entran en un proceso de selección laboral con resultado favorable en la Región de Murcia, tienen que esperar aún unos cuatro meses más para poder ser finalmente contratados.
Para las empresas estos tiempos de demora son insostenibles y para las personas migrantes suponen el riesgo de perder una oportunidad laboral única abocándoles a la indigencia.
Además, implica un gasto muy difícil de afrontar en academias y abogados y sin garantías para personas que se encuentran en situación de alta vulnerabilidad.