La Asamblea Regional, a través de una moción en la Asamblea Regional, ha solicitado al Gobierno de España que los padres y madres de hijos con discapacidad mayor al 85% puedan anticipar a tres años su jubilación.
La diputada del PP Sonia Ruiz, defensora de esta iniciativa, ha explicado que "a menudo, estos los padres se enfrentan a desafíos significativos en la atención y el apoyo continuo a sus hijos". Esta "dedicación extra" puede afectar, en periodos de trabajo interrumpidos o reducidos, a su capacidad para acumular años de contribución al sistema de pensiones.
Reconocer esta situación mediante la concesión de tres años adicionales de jubilación, "no solo reflejaría la realidad de sus circunstancias, sino que también abordaría las dificultades financieras que podrían surgir debido a carreras laborales interrumpidas", ha señalado la diputada.
Además, "este reconocimiento podría considerarse como una forma de valorar la contribución invaluable que estos padres y madres hacen a la sociedad al cuidar y apoyar a sus hijos con discapacidades severas", ha destacado.
En términos de equidad y justicia social, "otorgar un beneficio adicional de jubilación podría ser una medida necesaria para garantizar que estos padres y madres tengan un respaldo financiero adecuado en sus años de retiro, mitigando las posibles desigualdades que podrían surgir debido a las demandas excepcionales de su rol parental", ya que, la atención a hijos con discapacidades severas suele requerir recursos financieros adicionales, como terapias especializadas, tratamientos médicos costosos y adaptaciones en el hogar.
"Estos gastos extraordinarios podrían afectar la capacidad de las familias para ahorrar lo suficiente para su jubilación durante sus años laborales", ha incidido Ruiz. Por ello, "esta iniciativa fortalecería la red de seguridad para estas familias y reconocería la importancia de su contribución a la sociedad en circunstancias excepcionales".
Adicionalmente, la atención constante a hijos con discapacidad severa puede tener un impacto emocional y físico significativo en los padres, afectando su salud a lo largo de los años. Por ello, "otorgar tres años adicionales de jubilación sería una medida preventiva para mitigar el agotamiento y el desgaste que estos cuidadores pueden experimentar, permitiéndoles disfrutar de una transición más gradual hacia la jubilación y mejorar su calidad de vida en esa etapa".
Este enfoque estaría alineado con la perspectiva de derechos humanos, reconociendo la importancia de garantizar condiciones de vida dignas para aquellos que han dedicado sus vidas al cuidado de personas con discapacidades severas.