La diputada regional destaca que, dos años después de la comparecencia en la Asamblea Regional del responsable de la sección infantojuvenil de Cáritas Región de Murcia, los datos continúan siendo igual de demoledores que entonces: 8 de cada 10 adultos que padecen hoy riesgo de pobreza o exclusión social, ya lo padecieron cuando fueron niños y niñas

"Es inasumible la situación en la que nos encontramos provocada por del Gobierno regional y por la falta de estrategia en la Consejería de Política Social para combatir la pobreza en las últimas tres décadas de gobiernos del PP en la Región de Murcia"

La secretaria de Servicios Sociales del PSOE en la Región de Murcia y diputada regional, Toñi Abenza, ha asegurado que el Gobierno regional tiene que complementar ya el Ingreso Mínimo Vital con la Renta Básica de Inserción para combatir "el monstruo en el que se ha convertido la pobreza y la exclusión social en la Región".

Abenza ha hecho estas declaraciones tras la comparecencia del secretario general de Cáritas, de la diócesis de Cartagena, Francisco Sánchez, en la Comisión Especial de lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social de la Asamblea Regional.

La diputada socialista ha remarcado que, dos años después de la comparecencia en la Asamblea Regional del responsable de la sección infantojuvenil de Cáritas Región de Murcia, los datos continúan siendo igual de demoledores que entonces: 8 de cada 10 adultos que padecen hoy riesgo de pobreza o exclusión social, ya lo padecieron cuando fueron niños y niñas.

Además, ha recordado que 175.000 ciudadanos y ciudadanas de la Región viven en pobreza severa y que la pobreza energética aumentó en un 95 % con respecto a 2008.

"Desde el PSOE, consideramos inasumible la situación en la que nos encontramos provocada por el Gobierno regional y, en concreto, por la falta de estrategia en la Consejería de Política Social para combatir la pobreza en las últimas tres décadas de gobiernos del PP en la Región de Murcia", ha denunciado.

Finalmente, ha señalado que en los últimos años el número de personas atendidas por Cáritas en la Región ha disminuido, gracias a la subida del Salario Mínimo Interprofesional y la entrada en vigor de la reforma laboral, medidas aprobadas por el Gobierno de Pedro Sánchez.